El ministerio negocia la compra de obras robadas en Banyoles por Erik el Belga
El Ministerio de Cultura tiene localizadas en Holanda, en manos de una coleccionista particular, 19 piezas de plata policromada del gótico catalán que fueron expoliadas de la arqueta del monasterio de Sant Esteve de Banyoles en 1980 por el famoso ladrón de obras de arte Erik el Belga. El ministerio español ha iniciado negociaciones con la propietaria de las piezas, que las adquirió legalmente y tiene la pretensión de venderlas por un millón de florines (76 millones de pesetas aproximadamente).
Luis Lafuente, subdirector general de Protección del Patrimonio del Ministerio de Cultura, aseguró ayer que las ventas sucesivas han conseguido "blanquear" las figuras que adornaban la arqueta, es decir, ha llegado un momento en que la compraventa es legal. Según el representante ministerial, con la desaparición del rastro del robo en las obras de arte, no se puede demostrar mala fe en su última compradora, por lo que para recuperarlas no queda otra alternativa que adquirirlas. No obstante, la mejor baza del ministerio para presionar a la coleccionista que las tiene en su poder y conseguir así una rebaja de sus pretensiones económicas es el acoso policial que se efectúa sobre las piezas. Éstas han quedado marcadas en los circuitos de venta de arte, por lo que resulta muy difícil que puedan ser compradas por otro particular. En caso de llegar a un acuerdo con la coleccionista holandesa, que acucia a los representantes ministeriales para recibir una respuesta definitiva antes de que finalice el año, el retorno de las piezas a Banyoles dependería de las disponibilidades económicas del Ministerio de Cultura, la Generalitat de Cataluña y el Obispado de Girona, al que le fueron robadas. El hallazgo de las estatuillas se produjo cuando dos de ellas aparecieron en el catálogo de venta de la galería Sotheby"s en junio del año pasado. La profesora de Historia del Arte Medieval de la Universidad de Barcelona Francesca Espanyol las reconoció en las fotografías del catálogo y denunció el caso ante la Dirección General del Patrimonio de la Generalitat, que lo traspasó al Ministerio de Cultura para que iniciara los pasos necesarios para detener la venta. Sothebys"s retiró inmediatamente las dos estatuillas de la subasta. Después de esta revelación se inició un proceso de negociación por parte de la Generalitat para que le fueran vendidas o devueltas. Por el momento no se ha conseguido. La coleccionista, temerosa de que pudieran desposeerla de sus piezas, no reconoció ante la Interpol hasta hace unos meses que también obraban en su poder otras 17 figuras pertenecientes a la arqueta. René Alphonse van der Berghe, más conocido como Erik el Belga, expolió 26 esculturas, 2 relieves y 1 cruz de la arqueta. En 1983 se recuperaron dos estatuillas, la cruz que coronaba el pináculo y los dos relieves que ornamentaban los laterales del relicario. Hasta ahora se suponía que el resto de las piezas habían sido vendidas separadamente por toda Europa y que sería prácticamente imposible recuperarlas. Erik el Belga se comprometió en 1985, poco antes de ser excarcelado, a ayudar al Obispado de Girona en su búsqueda de las piezas, aunque esta colaboración jamás ha llegado a concretarse. El famoso ladrón de arte, que reside en Marbella, aseguró ayer a la SER que el hecho de haber encontrado todas las piezas juntas le parecía casi "un milagro". Autentificación Con toda probabilidad, la junta de valoración y calificación de Bienes del Patrimonio del Ministerio de Cultura, que se reúne el próximo 17 de diciembre, solicitará la autentificación de las piezas por un experto, que en ese caso se desplazará a Holanda a principios del mes de enero. Si esta revisión resulta positiva, la junta podrá emitir el informe preceptivo para las adquisiciones, lo que significará el primer paso firme para el retorno de las piezas de la arqueta. El relicario, de plata dorada, contiene las reliquias de Sant Martirià; es una de las obras maestras de la orfebrería del gótico catalán y fue labrado en 1413 en el taller de Francesc Artau. El precio de salida que fijó la galería Sotheby"s cuando pretendía subastar las dos primeras estatuillas oscilaba entre 3,5 y 4,7 millones de pesetas cada una.
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