El PP capitaliza una obra iniciada por el PSOE que enfrentó a Borrell y Bono

El Partido Popular ha capitalizado el éxito que supone el cierre de la autovía entre Madrid y Valencia, iniciada por el Gobierno socialista, que sólo dejó sin licitar el polémico tramo del embalse de Contreras. Nueve kilómetros cuya construcción se retrasó debido al agrio enfrentamiento por el trazado entre el entonces ministro de Obras Públicas, José Borrell, y el presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha, el también socialista José Bono.

El PP ha convertido la conclusión de la autovía en una de sus principales bazas. El canal autonómico valenciano transmitirá en directo la inauguración con 25 cámaras y un helicóptero. Cuando José María Aznar llegó a la Moncloa el proyecto estaba estancado. Los socialistas habían sido incapaces de acordar el trazado que había generado enfrentamientos personales y pérdida de votos.A finales de los ochenta, Javier Sáenz Cosculluela, entonces ministro del ramo, y el diputado Virgilio Zapatero habían propuesto que pasara por Cuenca. Joan Lerma, a la sazón presidente valenciano, lo tomó como una afrenta que el siguiente ministro, José Borrell, neutralizó aun a costa de inferir otra a Bono al proponer el trazado cerca de las Hoces del Cabriel.

El presidente castellano-manchego respondió declarando las Hoces reserva natural. Ganó las elecciones autonómicas. Jugaba fuerte, y aunque Felipe González apoyó a Borrell, Bono no estaba dispuesto a rendirse.

Tras conocer, en febrero de 1996, que el trazado aprobado atravesaba la reserva, acusó al Ejecutivo de prevaricación y amenazó con llevarlo a los tribunales, pero semanas después el PP desalojaba a los socialistas de la Moncloa. El PP había incluido en su programa el cierre de la autovía con carácter prioritario. Bono vio ahí su última oportunidad. Y consiguió de Aznar lo que no había obtenido de sus correligionarios. En junio de 1996 el Gobierno aceptaba replantear el trazado. Eso sí: los socialistas estiman ahora que el coste real del tramo que se inaugura supera en 8.000 millones los 18.000 presupuestados.