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Una central nuclear francesa ocultó 24 horas un escape radiactivo

La evacuación de los trabajadores se demoró cuatro horas

La central nuclear francesa de Golfech, en una zona próxima a la ciudad de Toulouse, sufrió el pasado vienes un escape de radiactividad mientras unos trabajadores reparaban uno de sus reactores. El reactor se hallaba parado y vacío, es decir, sin combustible; pero en sus conductos siempre quedan partículas radiactivas que, según las informaciones disponibles, fueron liberadas.

La dirección de la central nuclear, después de someter a un riguroso análisis médico a 80 trabajadores de Golfech, ha reconocido que "es incomprensible que se tardara cuatro horas en ordenar la evacuación de la central desde el momento en que se declaró la alerta", pero asegura que, según los informes técnicos, la contaminación sufrida por el personal "no reviste gravedad alguna, ya que es la equivalente a una radiografía de los pulmones".El reactor parado estaba siendo revisado porque se habían detectado problemas en el ventilador encargado de filtrar precisamente el aire contaminado. El incidente, según fuentes oficiales, no ha hecho que se liberasen partículas radiactivas al exterior, es decir, hacia el río Garona o la vecina ciudad de Montauban.

El mismo día en en que se producía esta fuga de radiactividad, la ministra de Medio Ambiente, la ecologista Dominique Voynet, intervenía en París en un coloquio sobre seguridad nuclear y denunciaba la falta de transparencia de los organismos franceses responsables de la seguridad nuclear, organismos que, por razones de seguridad militar, pertenecen a las propias empresas que fabrican o explotan las centrales.

Ofensiva "verde"

Para Dominique Voynet, que ya acogió con entusiasmo el peso del ecologismo en Alemania después de las recientes elecciones y la decisión germana de renunciar a la energía nuclear, el accidente de Golfech le servirá de ejemplo para sus tesis y sus reivindicaciones. Los verdes franceses, con Daniel Cohn-Bendit al frente, andan ya calentando motores de cara a las próximas elecciones europeas.En Francia, en donde el 75% de la energía producida es de origen nuclear, el problema del cierre progresivo de las centrales no ha sido aún abordado públicamente y el Ejecutivo no tiene una posición oficial al respecto, ya que se encuentra dividido entre quienes defienden en mayor o menor medida la energía nuclear como garantía de independencia energética y tecnológica, y quiénes critican su coste económico y ecológico.

André-Claude Lacoste, responsable de la seguridad de las instalaciones nucleares, ha criticado también el hecho de que "la evacuación no fuese inmediata", pero ha repetido que "no se ha producido ningún escape radiactivo hacia la atmósfera". Según él, "las partículas de cobalto 60 sólo se expandieron en el interior del radiador número 2". "En cualquier caso, es anormal que el aire contaminado no estuviese filtrado, que fallase el sistema de filtro del aire del interior", manifestó el responsable de la seguridad nuclear.

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