_
_
_
_
_

Moscovici afirma que la cohesión no es un derecho adquirido

La solidaridad de los 'ricos' con los mediterráneos expirará en el 2006

"Los países de la cohesión se colocan claramente en una lógica de derechos adquiridos (...)", se lamentó ayer el ministro francés de Asuntos Europeos, Pierre Moscovici, suscitando una reacción enojada por parte de los Estados del sur de la Unión Europea (UE). Todos estuvieron, sin embargo, de acuerdo para prever que esa política de solidaridad financiera de los Estados comunitarios más prósperos con sus socios mediterráneos tocaría fin hacia el 2006, poco después del ingreso en la unión de los vecinos del Este.

Coincidiendo con el inicio de la etapa más ardua de la negociación para reformar el sistema de financiación de la UE, las fundaciones del Banco Bilbao Vizcaya y Nuestra Europa -esta última presidida por Jacques Delors- organizaron un seminario en Madrid sobre la cohesión, es decir, las transferencias de los Estados más ricos a los menos desarrollados.Gracias a esa solidaridad España recibe de Bruselas un billón de pesetas al año, pero las propuestas para renovar un sistema que expira en 1999 suponen todas, en mayor o menor medida, según el Gobierno español, un recorte de las ayudas destinadas a España y a los otros tres países comunitarios menos prósperos (Portugal, Grecia e Irlanda).

La cohesión ha resultado ser "uno de los éxitos más claros de la UE", reconoció Moscovici. Prueba de ello es que la renta de esos cuatro países suponía en 1985 el 67% de la media comunitaria y 10 años después alcanzaba el 78%.

A continuación el ministro se quejó, sin embargo, de que los Estados que se aprovechan de ella la consideren como un derecho adquirido. "Esta lógica corre el riesgo de toparse con la apreciación objetiva de la realidad económica" de esos cuatro países que han tenido un crecimiento sin parangón en Europa. Por eso la cohesión debe reformarse.

Uno tras otro los siguientes oradores fueron replicando a Moscovici. "Las disparidades entre regiones aún existen y son importantes", afirmó el ministro griego de Economía, Yannos Papantoniou. "No se trata de derechos adquiridos sino de obligaciones que figuran en los tratados", añadió Miguel Arias Cañete, presidente de la Comisión de Política Regional de la Eurocámara. El ex primer ministro luso, Anibal Cavaco Silva, y el ex ministro de Economía irlandés, Ruairi Quinn, insistieron en que cuando se estrena el euro la cohesión va a ser todavía más necesaria.

Hubo, sin embargo, cierto consenso entre los participantes para reconocer que la reforma financiera, que estará en vigor en el periodo 2000-2006, será la última que contemple una política de cohesión para España y sus tres aliados. "Ahora surge la última oportunidad para la solidaridad con los Quince", afirmó Arias Cañete.

A mediados de la próxima década ingresarán en la UE los primeros países del Este. La renta media comunitaria bajará y es probable que España se equipare con ella. Dejará entonces de beneficiarse del Fondo de Cohesión y recibirá menos ayudas estructurales. Moscovici se atrevió a dar una fecha, el 2006, para que esto suceda. José Folgado, secretario de Estado de Presupuestos, no puso reparos a que así sea dentro de ocho años.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_