Los socialistas rechazan las exigencias del PNV para formar Gobierno

El PNV y los socialistas están al borde de la ruptura en sus negociaciones para constituir el Gobierno vasco que saldrá tras las elecciones del pasado 25 de octubre. La exigencia nacionalista de que las instituciones del Estado acepten los acuerdos que adopten los partidos vascos sobre cuestiones de soberanía es rechazada tajantemente por los socialistas, que la tachan de "inaceptable" y "antidemocrática". Así las cosas, y aunque las comisiones negociadoras de ambos partidos no han dado por concluido su calendario de reuniones, todo apunta a una ruptura definitiva.

Si finalmente no se consigue un acuerdo con los socialistas, el PNV formaría un Gobierno minoritario con Eusko Alkartasuna (EA), que necesitaría apoyos concretos de Euskal Herritarrok. Este apoyo puede quedar fijado hoy en el curso de la Asamblea Nacional de Herri Batasuna. El escollo -insalvable en estos momentos, según fuentes socialistas- surge por la imposición del PNV de que "las instancias competentes del Estado" harán propios los acuerdos a los que lleguen los partidos vascos en sus instituciones acerca del proceso de paz. Es la aceptación del llamado "ámbito vasco de decisión". Los socialistas no dudan de que esta exigencia del PNV está provocada por los acuerdos secretos que, según ellos, mantienen los nacionalistas con Herri Batasuna y ETA, que, en la práctica, le obligan a marginar al PSE del Gobierno. Si finalmente los socialistas quedan fuera del Gobierno, significaría un primer fracaso del próximo presidente del Ejecutivo de Vitoria, el peneuvista Juan José Ibarretxe, que, en contra del criterio de parte de la dirección de su partido, ha optado abiertamente por reeditar la fórmula del tripartito -PNV, socialistas y Eusko Alkartasuna- que funcionó en Euskadi hasta que el pasado mes de julio el PSE decidió abandonarlo en señal de protesta por el acercamiento entre el PNV y HB.