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Afán por una nómina

Centenares de universitarios acuden a la feria Compluempleo, en busca de su primer empleo

Los universitarios de hoy en día presumen de una formación bastante decente, ven toneladas de incertidumbre en su futuro laboral y caminan con un abultado lote de currículos bajo el brazo: a ordenador, en un blanco primoroso y con fotografía a color del candidato en la esquina superior izquierda. Éste es el perfil que dibujaron ayer de sus visitantes los responsables de los puestos informativos en Compluempleo, la primera feria organizada por la Fundación General de la Universidad para promover el acceso de los alumnos a un puesto de trabajo. La feria permanecerá abierta hasta el viernes, día 27, en el Paraninfo Norte.Como es tradicional en este tipo de eventos, Compluempleo constituye un foro variopinto en el que se agrupan bajo un mismo techo empresas en expansión, organismos administrativos oficiales, escuelas para futuros ejecutivos, azafatas de planta espigada y ceñido uniforme, radios y publicaciones especializadas. A los pocos metros de travesía, al visitante ya le han endosado folletos en cuatricromía, prensa gratuita y, sobre todo, multitud de formularios de demanda de empleo.

Los más demandados ayer eran los del puesto de Telepizza, adonde acudían docenas de licenciados en Empresariales ávidos de un hueco en una firma con "diez años de historia, más de 500 centros y 40.000 millones de facturación anual", según reza su publicidad. El jefe de selección de la firma, Alfredo Avendaño -29 años, pantalones chinos claros y discreto jersey oscuro-, se encargaba de recoger las solicitudes. "Tenemos mucho éxito por nuestra imagen joven y comercial. Nadie va con traje y corbata a nuestra oficina", presumía. ¿Y qué se valora más para fichar a una joven promesa? Avendaño torna de afable a solemne: "Se lo diré en dos palabras: Capacidad gerencial". En el otro extremo de la carpa ferial, otro considerable gentío se agolpa junto al mostrador de una firma de trabajo temporal. "Ya sé que se aprovechan un poco de ti, pero necesito ganar dinero en poco tiempo", razona Elena, de 20 años, estudiante de Periodismo y eventual juguetera en El Corte Inglés.

En cambio, las hermanas María Amparo y Paloma Vázquez, militantes en Usera y responsables del quiosco de Izquierda Unida, acusaban una cierta actividad. "Este Gobierno les ha metido en la cabeza a los jóvenes que no hay trabajo, y todos están dispuestos a aceptar cualquier asquerosidad. Nosotros estamos aquí para informar de una política laboral diferente", proclamaban. Casi al tiempo, una tímida visitante asoma la cabeza:

-¿Aceptáis mi currículo?

-No, no, esto es IU.

-Da igual. Es que tengo varias copias. Toma, por si acaso.

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