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Mata a puñaladas a su esposa en un supuesto ataque de locura

Un crimen sacudió ayer la tranquila urbanización Punta Galea, en Las Rozas (45.300 habitantes). Un hombre, posiblemente a raíz de un ataque de locura, mató a su esposa a puñaladas en un chalé y luego se dio a la fuga, lo que desató una espectacular movilización de la Guardia Civil. Momentos antes, según las primeras versiones, el padre de la víctima llamó angustiado al puesto de Las Rozas anunciando la inminencia de la agresión. Anoche, el criminal seguía en paradero desconocido.

El matrimonio residía en un adosado de clase media en la calle de la Playa de Gandía. El inmueble era propiedad de los padres del marido. Antes, la pareja había vivido en Londres por motivos de trabajo, y no fue hasta hace cuatro años, recién nacido su único hijo, cuando regresaron a España.El hombre, un filólogo de 35 años, trabajaba en una empresa multinacional. Carecía de antecedentes policiales y, siempre según las primeras versiones, no maltrataba a su mujer. Su equilibrio psiquiátrico, sin embargo, era objeto de tratamiento, hasta el punto de que esta misma semana había visitado a un especialista. Este factor, según fuentes cercanas al caso, pudo estar en el origen de la brutal agresión.

Tímido y huraño

Los vecinos consultados describieron al marido como una persona muy tímida y reservada, que apenas trataba con el resto de los residentes de la urbanización. A ello ayudaba el que trabajase hasta la noche en la empresa multinacional, de forma que sólo se le veía por la zona los domingos.La mujer era más apreciada por los vecinos, que la calificaron como una persona "muy abierta de carácter y agradable".

"Ayer [por el viernes] me encontré a la pareja en un centro comercial cercano y les vi muy felices. Ella me dijo que estaba embarazada de ocho semanas. Me pareció muy contenta, por eso me ha sorprendido mucho el crimen", explicó una vecina.

La mujer -M.C.F.A., de 39 años- se dedicaba a cuidar de la casa y de su hijo. "Era muy educada, aunque se relacionaba poco con el resto del vecindario", señaló otro conocido de la víctima.

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Ayer, el padre de la mujer se había llevado al hijo del matrimonio de paseo (otras fuentes señalaron que se trataba del padre del esposo). A la vuelta, en torno a las 13.30, según la primera reconstrucción, halló las huellas de la locura por todo el chalé y escuchó o vio algo que le llevó inmediatamente a llamar por teléfono a la Guardia Civil y poco después a la Policía Local.

Era una petición de socorro en la que informaba de que su yerno iba a matar a su hija y que luego se iba a suicidar. La Guardia Civil del puesto de Las Rozas llegó al lugar de los hechos en menos de dos minutos. Al entrar, los agentes hallaron el cadáver de la mujer en la bañera. Su cuerpo presentaba numerosas puñaladas. El autor del crimen se había dado a la fuga en un Volkswagen rojo, hecho que motivó un espectacular despliegue de agentes por toda la región. Anoche, el huido seguía en paradero desconocido.

Secreto del sumario

El Juzgado de Instrucción número 2 de Majadahonda decretó ayer el secreto del sumario. Por la tarde, la única señal externa del crimen la constituían cuatro tiras adhesivas puestas por orden judicial en la puerta de entrada al chalé. En la calle de la Playa de Gandía todavía permanecía el cubo de la basura. Todo el lugar estaba en silencio."Nos ha sorprendido ver seis coches de la Guardia Civil, que han llegado sobre la una y media de la tarde, pero hemos pensado que se trataba de un robo. Son frecuentes en la zona, pero luego nos han explicado que ella había muerto, lo que ha sido mucho peor", explicó otra vecina.

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