El mercado de la trufa de Morella, suspendido debido a la escasez
El primer mercado de la trufa de Morella, el más notable de la Comunidad Valenciana quedó suspendido la noche del viernes al registrar una recolección prácticamente nula del preciado hongo. Este fin de semana se celebran los primeros mercados de la temporada trufera con unas previsiones muy pesimistas, "catastrofistas", como ha definido Jorge Membrado, truficultor morellano que ha informado del aplazamiento de los mercados de Els Ports hasta el próximo mes de diciembre "a la espera de que la trufa pueda crecer algo y adquirir más calidad". La sequía ha provocado la ausencia de trufas negras, al interrumpir el ciclo biológico de formación de este hongo en las raíces de árboles truferos como las carrascas. Ayer se celebraba en Rubielos de Mora, también con resultados negativos, el mercado que reúne la recolección de los pueblos del Alto Palancia, la otra comarca trufera castellonense, y de la zona de Teruel. Y el viernes el primer mercado de Guadalajara, en Molina de Aragón, se sumó a este balance "desastroso y muy significativo porque se trata, junto a Soria, de la provincia española de mayor producción trufícola". Son palabras de Manuel Molina, portavoz del consejo nacional regulador de la trufa que integra a truficultores y vendedores. Molina augura la suspensión total de la temporada, que se extiende desde el 15 de noviembre hasta el 28 de febrero. "La trufa que se ha recogido es pequeña, agujereada, seca, de una calidad ínfima", puntualiza Manuel Molina. El mapa de producción de trufa en España se concentra en las comarcas de Els Ports, Maestrat y Palancia en Castellón, zonas de Aragón, Navarra, Cataluña, Cuenca, Guadalajara, Soria y Burgos. La trufa negra, según temporadas, puede alcanzar precios de hasta 30.000 pesetas por kilogramo. Manuel Molina ha criticado la falta de diálogo con la Generalitat, "que fija fechas de temporada sin contar con nosotros". El sector trufícola ha mantenido la condición semiclandestina del mercado, que se desarrolla al margen de normativas y que ahora, ante una pésima temporada, no puede acceder a posibles ayudas compensatorias, aspectos que reconocen los truficultores.
