Sorpresa y aclaraciones para un enredo "ni deseado ni buscado"
"Ni deseada ni buscada". Así se refirieron fuentes del departamento vasco de Justicia a la polémica en torno a los anuncios publicitarios preparados para rendir homenaje y divulgar la Declaración Universal de Derechos Humanos en su cincuenta aniversario. Esas fuentes no ocultaban su sorpresa por la virulencia de los ataques recibidos y negaron que exista en los contenidos ninguna ilegalidad y sí "lecturas parciales, olvidos interesados, comentarios, valoraciones e interpretaciones inexactas".La polvareda levantada amenaza con complicar y hasta agriar los últimos días de José Antonio Ardanza como lehendakari en funciones. Tampoco va a facilitar la tarea del candidato del PNV a la presidencia, Juan José Ibarretxe, en su ardua búsqueda de socios para el próximo gobierno. Pese al ruido, Ardanza y el responsable de Justicia, Sabin Intxaurraga, no mantuvieron comunicación alguna ayer, aseguraron en esa consejería.
Dos notas emitidas por ese departamento intentaron resituar las cosas. La campaña no es ilegal porque entra en "el marco constitucional", se afirmaba. El derecho de autodeterminación está en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966, suscrito por España, y el artículo 10 de la Constitución ordena adaptar las interpretaciones de la Carta Magna a la Declaración de Derechos Humanos y al resto de los tratados y acuerdos internacionales, se añadía.
El otro texto cuestionado, tras el que se han querido ver atisbos de racismo, busca todo lo contrario y la consejería espera que los ciudadanos así lo entiendan cuando vean los anuncios. El departamento, en la segunda nota, hecha pública ayer a última hora de la tarde, se adelantaba a pedir disculpas a quienes hayan hecho la interpretación contraria. "Si algo está claro en nuestra labor de servicio público es que, además de defender los derechos humanos individuales y colectivos, queremos huir de la arrogancia y de pensar que siempre tenemos razón", señalaba esa segunda nota.
