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Acusados de detención ilegal y lesiones cuatro "ertzainas" en el arresto de dos africanos

La titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Bilbao considera que hay indicios de que cuatro ertzainas cometieron un presunto delito de detención ilegal y otro de lesiones en la persona de dos africanos, madre e hijo, por un incidente ocurrido en noviembre del pasado año en Bilbao. Por ello, ha solicitado que se concrete las filiaciones de los agentes y que las acusaciones formulen las peticiones de penas y la apertura de juicio oral. La juez Nekane San Miguel califica "improcedente" la detención y señala que los dos detenidos eran "perfectamente" conocidos por la Ertzaintza. Un mal aparcamiento de Alcino Tavares ante el comercio que regenta su madre en la calle San Francisco, en el curso de una operación antidroga, dio origen al incidente que culminó con la detención de ambos. La mujer resultó lesionada. PASA A LA PÁGINA 4

La juez considera que la detención fue improcedente y se empleó exceso de fuerza

VIENE DE LA PÁGINA 1 Cuando uno de los agentes le ordenó que retirara el coche, Alcino Tavares le replicó que sólo quería coger unas llaves de la tienda y se iba. A pesar de ello, dos ertzainas "sacan a Alcino Tavares del vehículo, lo esposan y lo detienen", señala el auto citando a testigos. Al salir su madre gritando que su hijo no ha hecho nada, se acercan otros dos agentes, "la tiran al suelo, la esposan y la detienen". La mujer resultó con contusión en codo izquierdo con arrancamiento óseo, que precisó de tratamiento médico y ortopédico y tardó 139 días en curarse, según se indica en el auto dictado por la juez Nekane San Miguel. En la acusación están personados, a título particular, los agredidos y también SOS Racismo, como acusación popular. "Los indicios apuntan a que en la privación de libertad practicada a la señora Tavares y a su hijo no se respetó el contenido de la norma", señala el auto. La juez resalta "la improcedencia" de los arrestos, ya que eran "los detenidos eran perfectamente conocidos por la Policía, que no sólo tienen domicilio conocido sino un establecimiento comercial abierto al público en el lugar mismo en el que se produjo la detención". La juez alude a las lesiones que sufrió la detenida y quita credibilidad a la versión de los agentes, que señalaron que las heridas de Elisabet Tavares se produjeron de manera casual, al tratar de reducirla. Dada la envergadura física de aquéllos y la complexión "menuda" de ésta, la juez dice que resulta "llamativo y difícil pensar que tuvieran [los ertzainas] que emplear fuerza alguna para coger por los brazos a la mujer y esposarla para detenerla".

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