Graves enfrentamientos entre Estados Unidos y Malaisia minan la cumbre del APEC
El choque entre la demanda de una mayor liberalización del mercado asiático, encabezada por EEUU, y la decisión de no ceder un palmo, liderada por Malaisia, están provocando serios roces en la cumbre del Foro de Cooperación Económica para Asia y el Pacífico (APEC). El discurso de ayer del vicepresidente de EEUU, Al Gore, en el que resaltaba la importancia de la democracia para lograr el crecimiento, fue calificado de "repugnante" por la ministra de Comercio malaisia, Rafidah Aziz. Por otra parte, EEUU y Japón anunciaron un fondo extra de ayuda a Asia de 1,4 billones.
Se veía venir. A ningún analista sorprende el desacuerdo entre los 21 países que conforman el APEC para sacar adelante el proyecto de liberalizar al menos nueve sectores comerciales impulsado por Estados Unidos, socavado por la intransigencia japonesa y rematado por la actitud totalmente antagónica del país anfitrión, Malaisia.Hoy la cumbre entra en la recta final y mañana termina. En estos dos días, los jefes de Estado de los países miembros -todos presentes, menos Bill Clinton, que no acudió por el conflicto iraquí, y Borís Yeltsin, que tampoco lo hizo, pero por razones de salud- abordarán las posibles soluciones a la crisis asiática tras no llegar a ningún acuerdo respecto a las barreras arancelarias aduaneras.
El vicepresidente estadounidense hizo ayer un anuncio y un discurso. El primero fue bien recibido por los miembros asiáticos del APEC y el segundo sentó como una pedrada al Gobierno anfitrión.
Fondo extra para Asia
En una declaración conjunta, EEUU y Japón se comprometieron con un fondo suplementario de ayudas para la región por valor de 10.000 millones de dólares (1,42 billones de pesetas) bajo el nombre de Programa de Crecimiento y Recuperación Asiática.Estados Unidos desembolsará 5.000 millones de dólares, de los cuales 2.000 millones se entregarán a través de créditos del Export-Import Bank y del programa de inversiones privadas de la Corporación de Inversiones Privadas en el Exterior. Respecto a los 3.000 millones restantes, EEUU destinará 1.000 millones de dólares para cada uno de los siguientes países: Corea del Sur, Indonesia y Tailandia.
Japón, por su parte, aportará los otros 5.000 millones, los cuales, según una fuente oficial, se sumarán a los 30.000 millones de dólares (4,26 billones de pesetas) previamente anunciados según el denominado Plan Miyazawa, nombre del ministro de Economía japonés. Los fondos serán desembolsados a través de la gestión del Eximbank japonés.
Los 10.000 millones de dólares tienen como objetivo principal impulsar la reactivación del sistema bancario de los países del sureste asiático afectados por la crisis.
Además, fuentes oficiales japonesas aseguraron que el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo Asiático se unirán al mencionado programa y aportarán otros 5.000 millones de dólares, que se utilizarán para la compra y garantía de bonos emitidos por los países asiáticos.
El discurso de Gore, por el contrario, se salió de lo estrictamente financiero y comercial y entró en el áspero terreno de la política.
"Entre los países que sufren por la crisis económica, nosotros seguimos escuchando la demanda de democracia, la demanda de reformas en todos los idiomas, People"s Power, Doi Moi, Reformasi [organizaciones reivindicativas del sureste asiático]. Las escuchamos hoy, aquí y ahora, del valiente pueblo de Malaisia", dijo Gore.
El vicepresidente estadounidense se refería a los grupos de defensa de los derechos humanos y la democracia que se manifestaron estos días fuera del recinto de la cumbre. Ayer, 150 policías antidisturbios cercaron la sede para evitar protestas de estos grupos y, en especial, de aquellos que reclaman la libertad de Anwar Ibrahim, el ex ministro de Economía malaisio encarcelado desde septiembre pasado.
Y Gore añadió: "La democracia es una condición indispensable para el crecimiento y el desarrollo económico de la región".
La reacción del Gobierno malaisio fue contundente. A la salida del recinto, la ministra de Comercio e Industria, Rafidah Aziz, calificó de "repugnante" el discurso de Gore, que el primer ministro, Mahatir Mohamad, había seguido con gesto hosco y contrariado. "La cumbre del APEC está totalmente arruinada", dijo la ministra. "Las palabras de Gore son una injerencia desmedida en los asuntos internos de la región", añadió.
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