Los médicos de familia piden poder atender a los inmigrantes
El congreso de la SEMFYC reúne a 5.000 facultativos
Los aproximadamente 100.000 inmigrantes indocumentados que hay en España tienen 10 veces más riesgo de sufrir enfermedades que la población autóctona, debido a las condiciones de pobreza y marginación en que suelen vivir. Depresión y otros problemas de salud mental, tuberculosis y enfermedades de transmisión sexual son algunos de los procesos que sufren estas personas y que están íntimamente ligados a su situación personal.Los médicos de familia piden un marco legal que defienda el derecho de los inmigrantes indocumentados a recibir un servicio sanitario digno. Y así lo han expuesto en el congreso nacional de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) clausurado el sábado en Zaragoza, que ha tenido como eje central de debate lograr una medicina más eficiente y humana.
Los inmigrantes son atendidos puntualmente en los servicios de urgencia de los hospitales. Pero este tipo de atención no garantiza la continuidad de la asistencia. Sólo algunas ONG y algunas instituciones públicas, como ayuntamientos, mantienen convenios para ofrecer servicios de atención primaria a este colectivo.
"Muchos de los procesos que sufren se deben a sus condiciones de vida. Por ejemplo, el blindaje de fronteras ha impedido la reunificación de familias. La soledad y los problemas de adaptación desencadenan estados depresivos y otros cuadros de salud mental", afirma Luis Valerio Sallent, de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria. "Y los problemas económicos y sociales", explica, "les obligan muchas veces a vivir en condiciones infrahumanas que les predisponen a sufrir enfermedades. La tuberculosis y las enfermedades de transmisión sexual que a veces les diagnosticamos se deben a su situación de marginalidad". Países vecinos, como Francia, Italia y Grecia, ya han desarrollado una normativa para atender a este colectivo en la atención primaria.
La atención a los inmigrantes debe darse además, según Carmen Fuertes Goñi, coordinadora de la unidad docente de Médicos de Familia de Navarra, de forma culturalmente adaptada. Lo cual requiere dotar a los centros de salud de educadores sanitarios que hagan de intermediarios culturales. Si el facultativo no tiene en cuenta las raíces culturales del inmigrante, "no se conseguirá que los tratamientos sean eficaces ni se les estará garantizando la atención que necesitan", indica Carmen Fuertes.
Los 5.000 profesionales de medicina familiar reunidos en Zaragoza han abordado además otras cuestiones relativas al papel de estos especialistas, que son el pilar del sistema sanitario español. El congreso se ha centrado en definir el papel de este colectivo profesional y plantear la forma de reforzar los aspectos humanísticos de la asistencia. Y como muestra de esta voluntad, el eurodiputado socialista José María Mendiluce, invitado a la conferencia de honor del congreso, habló sobre Ciudadanía y participación.
Formación
Amalia Velázquez, presidenta de la SEMFYC, hacía hincapié el sábado, durante la clausura, en la dimensión humana de los 14.000 médicos que, frente a los avances tecnológicos y la fascinación por las últimas tecnologías, "escuchan, hablan, previenen y están cerca del paciente".
Enrique de la Figuera, presidente del comité organizador, aseguraba que no sólo reivindican su carácter próximo al paciente, sino también mayores facilidades para ampliar su formación, y no sólo en cuestiones estrictamente médicas. "Debemos tener conocimientos de psicología, bioética, sociología, porque en las consultas nos encontramos con la necesidad de saber de todo esto". Un ejemplo, el 27% de los pacientes que acuden a un centro de salud tiene problemas de depresión o ansiedad, derivados de conflictos familiares, sociales o laborales.
Más medios para pruebas diagnósticas
Los médicos de familia reclaman más medios para cumplir uno de sus principales cometidos: la prevención. El 60% de los tumores se podría prevenir con medidas de educación sanitaria. Y muchas patologías se diagnostican tarde porque la red de asistencia primaria no dispone de medios diagnósticos suficientes.La Sociedad de Medicina Familiar reivindica poder hacer determinadas pruebas diagnósticas en los centros de salud. Y argumenta que la inversión en este tipo de utillaje redundaría no sólo en una atención más rápida y mejor para el paciente, sino también en un ahorro económico, ya que esas pruebas se realizan ahora en niveles más costosos.
La sociedad considera que cerca del 80% de los casos que se atienden en los servicios de urgencias hospitalarias podría ser resuelto en los centros de salud si éstos estuvieran mejor equipados.
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