40 municipios de Vizcaya renunciaron a gastar las ayudas para obras en 1996
Más de la mitad de los 78 ayuntamientos vizcaínos que recibieron subvenciones de la Diputación foral en 1996 a través del fondo Udalkidetza no hizo uso de una sola peseta durante ese ejercicio, según constata el último informe del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas. Además, sólo ocho municipios utilizaron la totalidad de la ayuda económica concedida por la institución foral. Por ello, el órgano fiscalizador recomienda que la Diputación de Vizcaya regule actuaciones en los casos "de incumplimiento de las obligaciones asumidas por los beneficiarios".
El fondo Udalkidetza es uno de los dos sistemas de financiación de los ayuntamientos vizcaínos desde la Diputación. Las ayudas económicas se conceden a proyectos concretos -generalmente infraestructuras hidráulicas y equipamientos deportivos- y, ante la petición masiva de unos municipios necesitados de mejoras en estos servicios y grandes problemas presupuestarios, el ente foral debe realizar una selección. El otro sistema, Udalkutxa, es el principal -el próximo año estará dotado con 54.000 millones de pesetas- y, tras la modificación de los criterios, el pasado verano se concede según la población de cada municipio (80%), el esfuerzo fiscal (13%) y otras especificidades (7%), como el número de centros escolares, el paro, la dispersión y la existencia de playas en el término municipal. El último informe del Tribunal Vasco de Cuentas ha constatado deficiencias en la ejecución de las ayudas del fondo Udalkidetza. Esta constatación no es novedosa, porque ya en 1992, de los 149 millones de pesetas concedidos a los ayuntamientos a través de Udalkidetza sólo se gastaron 16; en 1993, la partida disponible de 498 millones se utilizó también parcialmente: 148 millones. Ejecución con retraso Al año siguiente, se gastaron 455 de los 930 millones existentes en el fondo; en 1995 fueron 495 de un total de 1.090 y, en 1996 -último ejercicio fiscalizado por el Tribunal Vasco de Cuentas-, de los 1.560 millones de pesetas existentes, donde se incluyen las ayudas a los Consorcios de Aguas, los ayuntamientos dispusieron de 309 millones, lo que significa la quinta parte. "La ejecución de las obras se realiza con mucho retraso", señala el informe del Tribunal de Cuentas, "no aplicándose por la Diputación Foral de Vizcaya el derecho de reversión de las subvenciones concedidas por incumplimiento de los requisitos". A juicio del organismo fiscalizador, esta falta de control impide redistribuir estas ayudas entre los ayuntamientos "a los que no les fue asignada subvención en su momento". Dado que las cantidades otorgadas se mantienen para la fecha en que los proyectos se ejecutan, esta actuación foral supone, según constata el informe, "una financiación específica para determinados ayuntamientos, aunque los proyectos no se lleven a cabo". En 1996, fueron 40, entre los 78 ayuntamientos que accedieron al fondo Udalkidetza, los municipios que no gastaron ni una sola peseta de lo concedido. Entre ellos destaca el caso de Bilbao, que recibió 102 millones de pesetas, y, en menor medida, Busturia (40 millones), Zierbena (35) o Zamudio (29 millones). Además hubo casos destacables como el de Gernika, que dispuso de tres de los casi 71 millones concedidos, o Trapaga, donde se gastaron 300.000 pesetas cuando la disposición era de 43 millones. Entre los municipios que fueron fieles al gasto del fondo otorgado, la mayoría se trata de pequeñas cantidades, inferiores a los cinco millones. Únicamente Abanto, que utilizó los 40 millones logrados, Ermua (25) y Bedia (13), ofrecen una estadística convincente.
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