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El librero Buchholz ayudó a los nazis en el tráfico de obras de arte en Portugal

El librero alemán Karl Buchholz, con intereses en Portugal y España, fue uno de los intermediarios del régimen nazi en el tráfico de obras de arte robadas a los judíos durante la IIGuerra Mundial, según un informe desclasificado por la CIA y divulgado por el Congreso Mundial Judío (CMJ). En él se explica que Buchholz vendió "obras de arte confiscadas" y abrió cuentas en "países seguros" que fueron utilizadas por colaboradores directos de Hitler, como Joseph Goebbels y Joachim von Ribbentrop, ministros de Propaganda y Exteriores, respectivamente.Propietario de una cadena de librerías, entre ellas las abiertas en la avenida de la Libertad, en Lisboa (1943), y en la calle de Lista, de Madrid, Karl Buchholz, supuesto agente del régimen nazi, trasladó a Lisboa "medio millón de marcos en libros, cuadros y esculturas procedentes de Alemania, que vendió posteriormente a elevados precios". Según los informes de los servicios secretos norteamericanos, el librero alemán, que también dirigía una galería de arte en Berlín en la década de los treinta, parece que compró a muy bajo precio numerosos cuadros a artistas judíos, aprovechándose de su necesidad de huir de la persecución nazi.

El hijo de Buchholz, contactado por la agencia Lusa en Bogotá (Colombia), donde reside actualmente, reconoció que su padre "manejó muchas obras de arte procedentes de diversos artistas judíos perseguidos por el régimen nazi", pero afirmó desconocer que "hubieran sido compradas directamente" por él. Heredero de la librería de Lisboa y propietario de otras dos en Bogotá, Alberto Buchholz, de 62 años, admitió que algunas de esas obras de arte fueron vendidas por su padre en Nueva York y Suiza.

España, mencionada

El CMJ divulgó la semana pasada un informe de los servicios secretos norteamericanos, donde figuran los nombres de más de 2.000 personas que supuestamente participaron en ese tráfico de obras de arte. La lista contiene nombres de 11 países, entre ellos España, que incluyen no sólo agentes o intermediarios del régimen nazi, sino conservadores y directores de museos, propietarios de galerías y especialistas en arte. Dicha organización advirtió que esos datos "deberán ser examinados con mucha precaución", puesto que se trata de "un punto de partida" para el rastreo y la investigación profunda de miles de obras de arte confiscadas a los judíos, entre ellas cuadros de Picasso, Matisse o Rembrant.El director ejecutivo del CMJ, Elan Steinberg, afirmó a la agencia Lusa que Portugal parece ser uno de los países en que Buchholz abrió cuentas bancarias para los dirigentes nazis, y explicó que la experiencia con los documentos norteamericanos "viene a demostrar que suelen ser más veces ciertos que erróneos". Otros informes de la OSS norteamericana revelaron el año pasado que Portugal recibió más de 70 toneladas de oro alemán procedente de los países ocupados por el régimen nazi. Estos cargamentos fueron vendidos a la vista de la inminente derrota militar de Hitler. Los alemanes utilizaron el oro expoliado para pagar las importaciones portuguesas y españolas de volframio, mineral indispensable para su maquinaria de guerra.

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