Miles de indonesios atacan al Ejército en venganza por las últimas muertes
Las revueltas y enfrentamientos que en mayo costaron la vida a 1.200 personas y que culminaron con la caída del presidente Suharto renacen estos días en un segundo capítulo. Miles de personas salieron ayer a las calles de distintas ciudades indonesias para atacar al Ejército, en venganza por la represión que esta semana ha costado la vida a 11 personas y heridas a 160. Las fuerzas de seguridad abrieron fuego.Al igual que en las revueltas de mayo, cientos de personas aprovecharon la conmoción política para salir al asalto de centros comerciales y tiendas y emprender saqueos y pillajes que sembraron el caos en Yakarta.
En Medan, unos 5.000 estudiantes tomaron el aeropuerto y reclamaron medios para acudir a la capital a unirse a las manifestaciones. Allí, decenas de miles de personas consiguieron acercarse hasta el Parlamento para reclamar la caída del presidente Habibie, quien sustituyó en mayo al depuesto Suharto. La policía disparó balas de goma y gases lacrimógenos contra una multitud que atacó una comisaría en el este de Yakarta. Dos vehículos ardieron en el distrito capitalino de Senen. Y en decenas de puntos, grupos de miles de personas lanzaban piedras contra los comercios y las fuerzas de seguridad.
"Después de lo que ocurrió anoche, la imagen de las Fuerzas Armadas ha caído", declaró el líder de la oposición, Amién Reis, en conferencia de prensa. "Por eso, si Wiranto dimite inmediatamente, el pueblo reaccionará positivamente, interpretando que los líderes de las Fuerzas Armadas tienen la intención de satisfacer las aspiraciones del pueblo".
"Vivan los marines", gritaba la multitud que avanzaba hacia el Parlamento, en referencia a un sector del Ejército muy popular entre la opinión pública y los estudiantes. La furia y la rabia eran patentes tras la actuación del Ejército el viernes por la noche, cuando abrieron fuego contra la multitud y provocaron nueve muertes. Dos activistas progubernamentales murieron linchados por la oposición, en medio de la ola de violencia desatada.
El presidente Habibie se dirigió ayer a la nación y anunció medidas severas contra los saqueadores. "He dado instrucciones al ministro de Defensa para que tome una enérgica acción contra lo que está ocurriendo, de acuerdo con la ley", dijo. Habibie ha prometido elecciones para el próximo mes de mayo, pero la oposición pide reformas inmediatas que lleven a la democratización del país.
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