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Reportaje:

Los coches en doble fila atascan el tráfico más que las obras

Circular en coche por Barcelona no es tarea fácil. Rodeada de obras por todas partes menos por una (el cielo), el conductor tiene la impresión de que son las zanjas, las excavadoras, los desvíos, los causantes de su desasosiego. Cuatro redactores de EL PAÍS han recorrido la ciudad durante esta semana buscando especialmente las zonas de obras y han llegado, cada uno por separado, a la misma conclusión: la indisciplina viaria causa más estragos que las obras. Barcelona tiene en la actualidad más de un centenar de calles abiertas. Son obras de diferente calibre, desde las que afectan a nudos importantes de acceso a la ciudad, como la plaza de Cerdà, hasta vías básicas que la cruzan, como la Ronda del Mig. Hay, además, multitud de calles afectadas por trabajos de urbanización, de asfaltado o la construcción de colectores. No hay distrito que se salve de las zanjas y algunos, como Nou Barris, están especialmente perforados. Los recorridos para tomar el pulso a tanto cráter y a sus consecuencia sobre el tráfico se hicieron el miércoles, el jueves y el viernes; este último se evitó hacerlo a partir de mediodía, cuando pudiera haber un tráfico de salida mayor de lo habitual. La investigación se realizó de forma que no coincidiera con ninguna jornada de lluvia, que modifica los hábitos de los conductores. Las zonas recorridas, a veces a pie y otras en coche, fueron las más castigadas por las obras: Gran Via, de entrada y de salida; las rondas; la Ronda del Mig, en sus diversos tramos; el paseo de la Zona Franca; la Meridiana y el frente marítimo; Fabra i Puig y Nou Barris. Los redactores se encontraron con el mismo panorama: en las zonas de obras se circula con fluidez, sin pausas ni prisas, pero difícilmente el conductor acaba por pararse. Donde sí se paran los coches es cuando se dispara la indisciplina viaria. Los ciudadanos empiezan a ser conscientes de este hecho, pero su reacción oscila entre la solidaridad ante la falta de aparcamiento y el deseo de recuperar la ciudad.PASA A LA PÁGINA 4 y 5

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El infractor de tráfico goza de cierta tolerancia
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