Roca alaba el papel de los comunistas en la transición en el acto de homenaje a Solé Tura en Mollet

"Uno de los desaciertos de la sociedad actual es no saber que sólo podemos convivir si negociamos". Con esta frase, Miquel Roca Junyent recordó ayer el gran acierto que fue la búsqueda del consenso en el momento de redactar la Constitución española. Roca acompañó al también ponente constitucional Jordi Solé Tura en el homenaje que dedicó a éste su ciudad natal, Mollet del Vallès, donde ayer se le impuso la primera medalla de oro de la historia de la ciudad, en reconocimiento a su trayectoria política.Roca subrayó el papel de los comunistas en la transición. Durante un acto público, los dos ponentes analizaron el contexto político existente durante la redacción de la Carta Magna, pero se extendieron excepcionalmente en un anecdotario sobre la convivencia de siete personas de muy dispares procedencias ideológicas. Al hilo del recuerdo de las queimadas de Manuel Fraga y su primacía junto a Gregorio Peces Barba en las partidas de dominó, señalaron que esta convivencia permitió llegar al consenso. "Teníamos que hacer una Constitución que todo el mundo apoyara y era importante que estuviera Fraga. Debo insistir en que fue Santiago Carrillo una de las personas que más reclamaron su presencia", señaló Jordi Solé Tura. En el anecdotario, Miquel Roca sólo lamentó una cosa de su participación en la redacción de la Constitución: "No saber qué quería la UCD. Todos traían los deberes hechos menos la UCD, que nunca sabremos qué quería. Quizá fue una actitud para no tomar una posición dominante, pero me parece que ésta es una explicación demasiado generosa". Roca, a instancias del moderador, el periodista Joan Barril, también se refirió al proceso de redacción del título octavo: "No tengo la sensación de que fuera más duro que otros temas, como el de enseñanza", afirmó. Solé Tura recordó haber leído en un diario escrito cuando tenía 17 años que ya planteaba como sistema de resolución de los problemas del Estado cambiar su estructura por regiones autónomas, potenciar un sistema educativo universal y promover la defensa de los valores del medio ambiente. Precisamente fue Miquel Roca quien reclamó que se valore el papel que tuvieron comunistas como Solé Tura en la transición política, un momento histórico en el que "al entrar en el Congreso de los Diputados el escaño aún estaba caliente del último procurador franquista".