Asesinado de un tiro un profesor de Instituto en su masía de Girona

Bartomeu Cabello, de 35 años y profesor de gimnasia del Instituto de enseñanza de La Bisbal d"Empordà, en Girona, murió en la madrugada de ayer a consecuencia de un disparo que recibió en su domicilio de Porqueras, cercano al municipio de Banyolas. A las dos de la madrugada, la policía autonómica recibió una llamada de la compañera sentimental del profesor que informó que acababa de encontrar el cuerpo de Bartomeu malherido, aunque con vida, en el suelo del exterior de la masía.

Una ambulancia trasladó al profesor hasta la clínica Salus Infirmorum de Banyoles, aunque los servicios médicos no pudieron evitar su fallecimiento, ya que la víctima presentaba una herida muy grave y había sufrido una enorme pérdida de sangre. La policía, que acordonó desde primera hora de la mañana las inmediaciones de la masía, ha abierto una investigación para intentar resolver un crimen envuelto en motivaciones y circunstancias oscuras. La masía se encuentra en una zona muy aislada y emplazada en la carretera de circunvalación del lago de Banyoles.Fuentes de los Mossos d"Esquadra informaron que el cuerpo presentaba una pequeña herida incisa que podía haber sido producida por un arma de pequeño calibre. Por el momento no se ha realizado ninguna detención. Los que conocían a Cabello lo describen como un hombre atlético, de gran resistencia física, capaz de hacer frente al ataque de un agresor, y con un carácter muy pacífico. Los primeros indicios constatan que la vivienda no fue forzada ni se robó objeto alguno de su interior. La casa, que durante años había sido la segunda residencia de una adinerada familia de Girona, tiene rejas en sus ventanas y dispone de alarma, lo que hace más misteriosa la muerte.

Un profesor apreciado

La muerte del profesor ha causado una enorme consternación en el instituto de La Bisbal, donde Cabello era muy apreciado por alumnos y profesores. Pero mientras en los círculos del instituto hacían gala de un comportamiento extrovertido, pocos conocían su vida privada en la masía de las inmediaciones del lago de Banyoles. El alcalde de Porqueres, Xavier Gifra, explicó ayer que el finado tenía escasa relación con sus vecinos y era prácticamente desconocido en el pueblo. El alcalde, al tener noticia de la muerte del profesor, debió comprobar que Bartomeu Cabello aparecía empadronado en el municipio, de unos 3.000 habitantes.La visión más amable del enseñante la da el director del Instituto de La Bisbal, Xavier Codolar, que se reconoció consternado por la muerte de uno de los profesores más populares del instituto. El director le describe como una persona atenta, dispuesto a ayudar a todo el mundo y que gozaba de un enorme aprecio entre su alumnado. Cabello, titulado en INEF, trabajaba por segundo año consecutivo en el instituto de La Bisbal y ya era uno de los profesores más requeridos por los alumnos para acompañarlos en sus excursiones. Los profesores y alumnos del instituto recordarán al profesor en la mañana de hoy con cinco minutos de silencio.