"Cataluña debe rebajar su aportación a España en 400.000 millones"

Artur Mas lo dice abiertamente: "La nación que siento es Cataluña".Pregunta. ¿Qué es para usted ser nacionalista? Respuesta. Ser nacionalista quiere decir una cosa tan clara como procurar que un día lo pueda dejar de ser porque Cataluña logre el reconocimiento nacional que yo creo que debe tener. Espero que algún día podré dejar de ser nacionalista para ser simplemente un patriota.

P. ¿Qué objetivos políticos debe conseguir Cataluña?

R. Los objetivos básicos son: primero, de acuerdo con la Declaración de Barcelona, convencer al conjunto de España de que España realmente debe ser un Estado de estructura plurinacional. Esto quiere decir una diferenciación clara entre Cataluña, el País Vasco, y probablemente Galicia, y el resto.

P. ¿Usted se inició tarde en el nacionalismo?

R. Al principio, yo no era un nacionalista practicante. Soy de familia, digamos, tradicionalmente catalana. Me empiezo a contagiar de la política en el momento en que me vinculo a la Administración (1982). Pero lo hago con toda la intensidad que requiere dedicarse activamente a la política catalana y prueba de esto es que en este momento no sólo soy el consejero de Economía y Finanzas sino que además, he participado en bastantes listas electorales a pesar de ser relativamente joven en esa época, he participado en las estructuras del partido, soy presidente de una de las federaciones que tiene Convergència en Cataluña, formo parte del Comité Ejecutivo Nacional y estoy en el Secretariado Permanente. Por tanto, más implicación política de la que yo tengo en este momento con nuestro proyecto es difícil.

P. ¿Usted se siente español?

R. Si por España entendemos un estado plurinacional, yo evidentemente soy español y entiendo que para todos los castellanos, para una parte de los catalanes e incluso para una parte de los vascos, España es una nación, la sienten como tal. Yo la nación que siento es Cataluña. Evidentemente soy español en la medida en que participo en una colectividad que se llama España y soy europeo en la medida en que participo de una colectividad que se llama Europa.

P. ¿Usted se ve como ministro de España?

R. Yo personalmente no, aunque no me importaría, siempre y cuando esta vinculación con el Gobierno español tuviera carácter instrumental y no se convirtiera en un fin por sí mismo. Nosotros entendemos que para ayudar al progreso de España y la gobernabilidad de España no hace falta formar parte del Gobierno español, no es una condición indispensable, se puede hacer de otra forma. Nosotros lo hemos hecho de otra forma.

P. ¿Cuáles son sus puntos de referencia en el pensamiento nacionalista?

R. Lo que voy a decir puede parecer un poco fuera de lugar, pero para mí el principal inspirador, el principal modelo que he tenido ha sido Jordi Pujol. Ni a Prat de la Riba ni a Cambó los he visto actuar. A Pujol lo veo actuar. Tengo contacto permanente con él y veo cómo plantea las cosas y cuáles son sus aspiraciones de futuro. Por tanto yo debo decir que claramente mi fuente de inspiración política y nacionalista básicamente tiene un nombre, que es Jordi Pujol. Dicho así desde el Gobierno puede parecer, digamos, una actitud de un cierto servilismo. Y no es así porque la gente que me conoce sabe que yo soy fiel pero no soy servil.

P. ¿Cómo cree que debe ser el sucesor de Jordi Pujol?

R. Es la pregunta más complicada de todas. No lo sé.Yo creo que es un error político y no sólo político, plantear la sucesión de una persona, en este caso la del presidente Pujol, cuando nuestra propia coalición y nuestro propio partido tiene en él al candidato en las próximas elecciones al Parlament.

P. En la Declaración de Barcelona hay una contradicción en lo que respecta a los intereses de Cataluña, los del País Vasco y los de Galicia por la cuestión fiscal . Si Cataluña deja de aportar quiere decir que irá en detrimento precisamente de unos receptores netos como Galicia. Los socios de la declaración tienen intereses contrapuestos.

R. Yo entiendo que se haga esta lectura, pero yo la matizaría con dos argumentos. Primero, el dinero no lo es todo. En la Declaración de Barcelona hasta ahora prácticamente no se ha hablado de dinero. Segundo argumento, que también es muy importante y a veces no lo decimos bastante, que es conseguir un esfuerzo de comprensión y de generosidad del resto de España respecto a Cataluña, y en este resto de España también está el País Vasco y Galicia. Por lo tanto, que estos dos países comiencen también a entender nuestro gran problema de los próximos años y que nosotros tenemos la obligación política de resolverlo y que en esto todo el mundo nos debe intentar ayudar un poco, igual que nosotros hemos ayudado mucho a los otros y queremos seguir ayudando.

P. Su propuesta de pacto fiscal se parece mucho a la de Serra y Maragall. Quieren que la participación financiera sea a través de una cesta de impuestos, con un predominio importante del IRPF, igualdad de recursos per capita, una participación activa en la Agencia Tributaria.

R. Explicado así se parece mucho. Los tres objetivos que perseguimos son: un incremento sustancial de recursos por habitante en Cataluña; más dinero por habitante hasta igualar al País Vasco, que tiene el mismo techo competencial. Creo que a esto tenemos derecho. Punto segundo, queremos la autonomía financiera, que todo el presupuesto de la Generalitat esté al 100% financiada con impuestos que recaude la Generalitat. Tercero, soberanía fiscal. Es decir, la facultad de tocar los impuestos y de tener gestión tributaria. La gestión se puede obtener de dos formas: una, con el traspaso de la Agencia Tributaria, para el cual no se debe tocar ni la Constitución ni el Estatuto, se puede hacer con voluntad política. De hecho en Alemania funciona de esta forma. La otra posibilidad es crear una Agencia fiscal propia en Cataluña que aceptaría todos esos funcionarios de la Agencia del Estado que quisieran. Todo esto se debe completar con la revisión de nuestra aportación.

P. El profesor Antoni Castells cuantifica entre 250.000 y 450.000 millones de pesetas el exceso de aportación de Cataluña, al resto de España. ¿Cuál es su opinión?

R. Mi opinión estaría más cerca de la segunda cifra que de la primera. Nosotros tenemos un problema de exceso de aportación cifrado en este orden de 400.000 o 500.000 millones de pesetas cada año, que quiere decir que son unos recursos que tradicionalmente se han ido transfiriendo netos al resto de España y que entendemos que de cara al futuro esto es lo que se debe reordenar a la baja.