Un premio muy especial
José Manuel Garrido Guzmán, director del Festival de Teatro Argentaria, ha tocado y puede tocar todos los palos. Participó activamente en la época del teatro independiente en diferentes grupos; en Murcia, su ciudad de origen, estuvo ligado a políticas culturales municipales. En 1982, el entonces ministro de Cultura, Javier Solana, le nombra director de Música y Teatro, cargo desde el que crea el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, y pone en marcha el proyecto de recuperación del Teatro Real para la ópera. De ahí pasa a ser subsecretario del Ministerio de Cultura e interviene en la Expo de Sevilla 92. Hace casi un lustro se pasa a la actividad privada, convirtiéndose en gestor cultural, y en la actualidad, además de estar al frente de este festival, es director del Teatro de Madrid.
Garrido Guzmán explica: "La muestra ocupa un hueco inexistente no sólo en Madrid, sino en otros espacios".
Por su parte, José Ángel Moreno, director general de la Fundación Argentaria, afirma que al apoyar a este festival se ha querido huir de la espectacularidad grandilocuente y cuenta con humor, que no deja de ser un hecho insólito el premio especial que esta muestra recibió el pasado año de la Unión de Actores: "A fin de cuentas es un sindicato reivindicativo y crítico el que ha galardonado la labor de un organismo bancario", dice.
Con el fin de que estas compañías sean vistas por los profesionales, el festival invita a programadores, directores de teatros, empresarios y profesionales de la escena a ver los espectáculos. Los frutos surgen rápidamente y ya son varias las compañías que a raíz de su paso por Argentaria tienen ahora importantes ofertas, como ocurrió con Tanttaka Teatro y El florido pensil, o El gran teatro del mundo, de Etelvino Vázquez.
