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CATÁSTROFE EN CENTROAMÉRICA

El Gobierno de Honduras hace una dramática llamada de ayuda a la comunidad internacional

Las autoridades de Honduras lanzaron ayer un dramático llamamiento a la solidaridad internacional tras los graves daños sufridos por el país por el paso del huracán Mitch. Kalvin Wedle, uno de los vicepresidentes del Congreso hondureño, señaló que, aunque sobra voluntad para realizar el trabajo, faltan equipos para poder llevarlo a cabo. "Ni hay palabras para decir lo que nos sucede, cualquier cosa que se diga para describirla es poca", explicó.Las aguas han afectado al 70% de la superficie del país, y a medida que desciende su nivel van apareciendo nuevos cadáveres, aunque hay muchos que han quedado sepultados por los lodos.

La desgracia se ha cebado sobre la agricultura del país y la mayoría de las plantaciones -especialmente de café y bananas- que no resultaron anegadas por las aguas han sido destruidas por los fuertes vientos. Todavía hay numerosas localidades aisladas, incluso aquellas que están a relativa poca distancia de núcleos importantes de población.

Ayer, un navío de guerra británico rescató a 80 kilómetros de la costa a una mujer que hace seis días se encontraba en tierra firme y fue arrastrada mar adentro por el huracán. "Es totalmente increíble", decía asombrado el capitán del buque. Al parecer, la mujer fue arrastrada junto su marido y sus hijos, de los que no se tiene noticia.

El pesimismo se ha adueñado de las autoridades hondureñas, que estiman que el número de víctimas mortales provocadas por el huracán Mitch pasará de los 10.000. De ser así se superaría la trágica cifra del huracán Fifí, que arrasó el país en 1974. Hasta el momento hay oficialmente 9.000 muertos, 20.000 desaparecidos y dos millones de damnificados.

La ministra de Finanzas, Gabriela Núñez, calculó ayer que el país necesitará al menos 2.000 millones de dólares (unos 300.000 millones) para recuperarse.

Ayer todavía no se habían restablecido el fluido eléctrico ni el agua corriente en amplias zonas de la capital, Tegucigalpa, y el servicio telefónico se encontraba colapsado.

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