Ouka Lele afirma en Castellón que se siente "más libre que antes por hacer cosas más cercanas" a su esencia

Un pensamiento hace de semilla. Empieza la idea. Prepara la fotografía y, después, "surgen cosas y hay que estar abierta para cogerlas", desveló ayer la fotógrafo Ouka Lele en Castellón, y añadió: "Luego pinto la foto con acuarela". La artista aseguró que la preconcepción se altera y, al final, la idea que tenía al principio "es la que menos sirve". Barbara Allende, conocida como Ouka Lele, reveló ayer en Castellón los secretos de su técnica con una proyección de diapositivas, entre las que se encontraban tres de las obras en las que actualmente está trabajando. Ahora planea sobre la naturaleza, los bosques "modelos desnudos, mitología, delfos y hadas", según explicó. "Sobre todo me inspira lo que siento, lo que vivo, pero también puede ser una frase, un pensamiento, la literatura o algo muy pequeño, aunque parezca banal", confesó. Resulta chocante que alguien de tono tan reposado y emanador de tranquilidad sea la autora de series como Peluquería. "Fue la primera y, al principio, pintaba con colores muy locos, era una locura", aseguró para luego explicar que, al principio, era necesario llamar la atención de todos. La necesidad de provocar y crear de forma impulsiva se tradujo para ella en "un grito al mundo y a la musas". Después, "comenzó una etapa más histriónica, más exagerada y de colores chillones", según comentó, para luego pasar a "la calma". "Ha sido una búsqueda y ahora siento que soy más libre que antes porque por fin hago cosas más cercanas a mi esencia", señaló para después afirmar que "parte de la originalidad está en ser más uno mismo". Sin embargo, ahora, igual que antes, su obra, mientras la crea, le hace sufrir. "Luego, cuando me convierto en espectadora, veo que merece la pena", afirmó.Ouka Lele sabe, desde hace poco, que su nombre tiene un significado real: En el lenguaje bubi, que se habla en Guinea Ecuatorial, se traduce lele como muy bien y ouka como la vuelta de la vida. No sabe si la gente entiende su obra. No sabe si gusta, pero espera que, al menos, les "toque", les provoque algún sentimiento. Una exposición retrospectiva de su trabajo, organizada por Amics de la Natura, se muestra estos días en el edificio Hucha de la Fundació Caixa Castelló.