Las consejerías seguirán manejando el mismo Presupuesto de este año hasta que haya Gobierno

El Presupuesto de 1998 valdrá para el año que viene hasta que se forme el nuevo Gobierno y elabore uno propio. La Ley de Régimen Presupuestario permite la prórroga automática de las cuentas cuando el Ejecutivo no pueda formarse antes del 1 de enero. Así, el Gabinete en funciones no se paraliza. El primer trabajo del futuro Gobierno vasco será la elaboración de un proyecto de ley de Presupuestos, tal y como establece el Reglamento del Parlamento. Las previsiones más optimistas sitúan la aprobación de las cuentas públicas de 1999 a mediados de abril.

Es lo que ocurrió en la anterior legislatura. En aquella ocasión, el Gobierno se formó a mediados de enero de 1995, presentó el borrador de las grandes cuentas en el Parlamento el 20 de febrero y se aprobaron el 12 de abril. Por el momento, los departamentos seguirán funcionando durante los primeros meses del próximo año con el mismo dinero que tienen para el actual. La situación de provisionalidad está en función de lo que le cueste al candidato a lehendakari más votado, en este caso Juan José Ibarretxe (PNV), formar Gobierno. El martes inició la primera ronda de conversaciones con el resto de candidatos, que se prolongará durante el resto de la semana. Hasta que el Legislativo dé el visto bueno al proyecto presupuestario que le entregue el nuevo Gobierno, la prórroga permitirá al actual Ejecutivo funcionar y pagar a los funcionarios y los gastos corrientes. Los departamentos también pueden comprometer partidas con carácter inversor, aunque con más reservas de las que tendría un Gobierno en firme. Los nuevos socios podrían aumentar o disminuir el Presupuesto en función de la política que quieran seguir. Sólo se hubiera podido aprobar el Presupuesto de 1999 a finales de este año si algún partido hubiese logrado la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas celebradas el domingo. Además, sus parlamentarios se hubieran tenido que acreditar con mucha celeridad. Los diferentes departamentos volverán a contar con 736.000 millones de pesetas como este año. El Presupuesto de 1998 está marcado por la austeridad y por una fuerte restricción del gasto para asegurar el cumplimiento de los criterios de Maastricht. De esta cantidad, más de la mitad es absorbida por Educación y Sanidad. La moderación en el gasto exhibida por el Presupuesto ha contrastado con la excelente marcha de la economía vasca, que ha crecido en un 5,2%. El Consejo Vasco de Finanzas Públicas (CVFP) ha realizado varias recomendaciones a las instituciones (Gobierno, ayuntamientos y diputaciones) de cara a la elaboración de sus Presupuestos para el año que viene. Entre otros consejos, el CVFP ha hecho hincapié en la importancia de no generar déficit público en los Presupuestos. Además, ha recalcado que el gasto corriente tiene que quedar por debajo del crecimiento real de la economía, lo contrario que la inversión pública, que debe estar a la par del crecimiento de la economía. Las previsiones del Gobierno de Vitoria son que la economía vasca crezca el año que viene un 3,9%, un 1,3% menos que durante este año. La situación de temporalidad en la que se encuentra el Gobierno no es obstáculo para que la dirección de Presupuestos del Departamento de Hacienda haya hecho algunas previsiones. Sin embargo, teniendo en cuenta que el pago de salarios a los funcionarios y el gasto corriente se llevan más del 75% del Presupuesto de 1998, el margen que queda para jugar es escaso. Prioridad La situación de interinidad puede prolongarse de manera indefinida, con los perjuicios que ello conllevaría dado que el Presupuesto es el instrumento para ejercer la política económica y al estar prorrogado pierde eficacia. Por eso, el Reglamento del Parlamento vasco recoge que la elaboración de un proyecto de ley de Presupuesto por parte del nuevo Gobierno tiene preferencia. El Ejecutivo enviará el proyecto a la Cámara y los titulares de cada departamento deberán defender en comisión sus cuentas. A continuación se abre un periodo de tiempo para que los los grupos políticos planteen las enmiendas a la totalidad y parciales que les parezca. Tras el debate en comisión el proyecto será enviado al Pleno de la Cámara para su aprobación. El trámite ordinario de aprobación de las cuentas vascas tiene un plazo de dos meses desde que se presenta el borrador ante la Cámara.