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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Precisiones

El pasado día 4 del presente mes en EL PAÍS apareció un reportaje titulado ¿Dónde está Publio? En su página 3 se relata que en la madrugada del día 3 de noviembre (se refiere al año 1995), agentes de los GEO procedieron a la detención de unas personas en Barcelona, "también caen José Ortín y un buen número de colaboradores en Valencia y Cádiz". Para reforzar la veracidad de los datos que en él se exponían, los autores del mismo indicaban a pie de página que los datos se habían extraído del sumario cerrado el día 25 de abril del pasado año.Por mi condición de abogado tuve ocasión de actuar en defensa de una de las detenidas en esta ciudad y por ello le puedo asegurar que la noticia podría dar lugar a confusión.

En efecto, en la madrugada del día 4 de noviembre se procedió a la detención de ocho personas en la ciudad de Cádiz. De la noticia se hicieron eco los medios de difusión, tanto locales como nacionales. En la página 16 del ejemplar de EL PAÍS correspondiente a ese día, se titulaba Los detenidos en Cádiz y Valencia pertenecen a grupos de propaganda. Como dato significativo se decía que una de las detenidas vivía cerca de un "histórico" grapo ya fallecido.

Después de tan aparatoso dispositivo policial, los detenidos fueron interrogados bajo el rigor que prevé el artículo 520 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Con posterioridad, y no con menor espectacularidad, fueron trasladados al Juzgado Central de Instrucción número 1. Allí, por su titular, se acordó la inmediata puesta en libertad de mi defendida, señora Gómez de la Calzada.

Cuando pasaron las actuaciones al Juzgado Central de Instrucción número 5, se dictó con fecha 26 de diciembre de 1997, auto por el que se decretaba el sobreseimiento de las actuaciones incoadas por "colaboración con banda armada" pues de "lo actuado no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado motivo a la formación de la causa. (...)".

Pese a que desde el primer momento de su detención un vocero del Ministerio del Interior, ahora curioso personaje televisivo, se apresuró a emitir juicios cuando menos atrevidos, lo cierto es que hasta la fecha aún no se han dado explicaciones de tan "exitosa" operación. Como podrá imaginar, no resulta justo encontrarse de por vida estigmatizada por la acusación de unos hechos que no han quedado acreditados para los tribunales.-

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