_
_
_
_
_
EL CASO PINOCHET

Londres se reserva una intervención que permita la salida del ex dictador

Los abogados del general Augusto Pinochet ultimaban ayer la línea de defensa en el recurso que hoy se ve ante el Tribunal Supremo británico contra la detención de su cliente, sobre el que pende la amenaza de una extradición a España. El Gobierno británico, atrapado en un incómodo conflicto, sigue los acontecimientos desde la barrera, pero reservándose una intervención in extremis que permita el retorno a Chile del ex dictador.

Más información
MANIFESTACIONES A FAVOR Y EN CONTRA DE LA DETENCIÓN DE PINOCHET

Ayer, Robin Cook, secretario del Foreign Office, negó que Pinochet hubiera caído en una trampa urdida desde España en la que hubiera colaborado gustosamente el propio ministerio de Exteriores británico.El equipo de seis abogados que defiende los intereses del general daba los últimos toques con la máxima discreción a los argumentos que hoy va a defender ante el juez el abogado Clive Nicholls. La defensa deberá responder a nuevas acusaciones, pero Nicholls intentará convencer al tribunal de que a Pinochet se le acusa de un delito que no es extraditable, según la ley británica, que no contempla el principio de extraterritorialidad: el Reino Unido no puede pedir la extradición de un extranjero asesino de un británico que está detenido en un tercer país. Lo que Nicholls traduce como que España no puede pedir la extradición de Pinochet por el asesinato de ciudadanos españoles si está detenido en el Reino Unido. Además, Nicholls alegará que conforme a la convención de Viena y al derecho internacional Pinochet es acreedor de inmunidad porque los delitos que se le atribuyen fueron cometidos mientras era jefe del Estado. Chilenos residentes en el Reino Unido y otros llegados durante el fin de semana están preparando la presentación de una querella contra el general ante los tribunales británicos para anular algunos de los argumentos de la defensa. Pero deberán darse prisa.

Fuentes diplomáticas desmintieron que se hubiese preparado una fuga del general en vista de lo que iba a ocurrir. El semanario The Observer llevaba ayer en su primera página la información de que la policía supo que Pinochet pretendía volar a Santiago el sábado día 17 y que por eso se produjo la detención en la medianoche del 16. "Es una invención", dice una fuente diplomática chilena. "Sabíamos que algo podía ocurrir y se tomaron medidas. Comunicamos al Foreign Office que el senador pretendía volar el martes día 20. Según los médicos era el primer día que se podía mover al paciente". La policía británica confirmó que hubo un intento de fuga. Ya antes de ser detenido se intentó sacarlo del país, pero fue imposible por el estado en que se encontraba, tras su operación de hernia discal.

A Pinochet le queda, en último recurso, la carta de las circunstancias humanitarias. [La llegada a la base militar británica de Brize Norton, cerca de Oxford, de un avión de transporte militar chileno alentó anoche las sospechas de que la decisión ya hubiera sido tomada, informa Reuters. Funcionarios británicos negaron tal extremo, pero el diario chileno El Mercurio, que dio la voz de alerta, aseguraba que el aparato esperaba para llevar a Pinochet a casa. Mientras, el nuncio en Chile, Piero Biggio, admitió la posibilidad de una misión "confidencial de la Iglesia".]

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_