Cae en picado la cosecha de aceitunas en Cataluña a causa de la falta de lluvias
La cosecha de aceitunas de este año será en Cataluña una de las peores de la década, con una reducción de entre un 60% y un 70% respecto a la producción de la pasada temporada. La falta de lluvias en las comarcas del Ebro y en Les Garrigues es la causa principal de este notable descenso y, según las organizaciones agrarias, provocará pérdidas millonarias para los payeses catalanes porque se verán afectados también por los bajos precios del aceite en el mercado y por la denominada reforma Fischler, que supone la reducción de subvenciones para el sector.
La zona del Ebro (Montsià, Baix Ebre, Terra Alta y Ribera d"Ebre) y la comarca de Les Garrigues concentran el 96% de la producción catalana en sus 116.223 hectáreas plantadas de olivos. La cosecha media anual durante el periodo 1989-1995 fue de unas 21.000 toneladas, según el sindicato agrario Unió de Pagesos (UP). Esta cifra casi se ha cuadruplicado en los dos últimos años, debido al clima favorable y a la expansión de este tipo de cultivo en Cataluña por la gran resistencia de los árboles a las condiciones climáticas de la zona y por su fácil adaptación a las características del suelo de secano. Además, las subvenciones europeas hacían muy rentables las explotaciones. Aunque la producción de la presente campaña alcanzará o superará en poco estas 21.000 toneladas de aceitunas, la reducción prevista obedece a la excelente cosecha del pasado año. En la provincia de Tarragona se recogieron más de 66.000 toneladas de aceitunas y en Lleida la producción fue de unos 12 millones de kilos de aceite. "La temporada será desastrosa", dice Josep Nogués, responsable del sector del aceite de UP de Cataluña, "porque además de la sequía hay que tener en cuenta que la aceituna brota de la misma rama, por lo que si el año pasado fue excelente, este año sucederá lo contrario. Menos mal que hemos podido controlar la plaga de la mosca". En 1997, la cooperativa de Santa Bàrbara, una de las mayores de la provincia, obtuvo unos 12 millones de kilos de aceitunas, cuando su media anual es de unas cinco toneladas. Para la presente campaña prevén recolectar sólo tres toneladas. Joan Segura, presidente de la denominación de origen Les Garrigues, entidad que agrupa a una treintena de cooperativas del sector, cree que este año la producción de aceite será de unos 4,5 millones de kilos, un tercio de la del año pasado. "Les Garrigues es una comarca de secano y este año ha tenido una pluviometría propia de una zona desértica. Sin agua, los árboles no dan frutos", dice Segura, que ve como única solución al problema la ejecución de los proyectos de regadío pendientes: los canales Segarra-Garrigues y Garrigues Sud. En la actualidad en Les Garrigues sólo pueden regarse por el sistema de goteo 3.000 de las 45.000 hectáreas de olivos. Está demostrado que este sistema permite triplicar la producción Respecto a las conjeturas sobre que el precio del aceite subirá hasta las 650 pesetas el litro, Segura considera que se trata de un intento de manipular el mercado por parte de algunos grupos envasadores que compran el aceite barato y ahora intentan aprovecharse de la situación para hacer negocio. En opinión de Nogués, sin embargo, la bajada de los precios será inevitable debido a la gran producción que tendrá Andalucía. Pero el futuro del sector para la presente campaña es más bien incierto. La reforma Fischler ha provocado una considerable reducción de las subvenciones al sector -se han suprimido el precio de intervención y las ayudas al consumo- y las últimas propuestas compensatorias del Ministerio de Agricultura no convencen a las organizaciones agrarias. Unió de Pagesos quería que las ayudas dieran prioridad a las zonas con menor rendimiento por árbol, lo que beneficiaría a Cataluña. Sin embargo, el ministerio ha propuesto unas subvenciones de carácter medioambiental de unas 18.000 pesetas por hectárea para evitar la erosión de los campos, con unos requisitos homogéneos para toda España. Los criterios son, según el sindicato, imposibles de cumplir, pues no tienen en cuenta el cultivo asociado (diversidad de plantaciones en un mismo terreno, algo usual en Cataluña).
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