_
_
_
_

El fiscal investiga cómo logró el "segundo" de Gil en Marbella 400 millones

Román adquirió a través de una empresa panameña una gran urbanización de lujo

El aprendiz ha superado al maestro. La operación especulativa más audaz de las que investiga la Fiscalía Anticorrupción en los siete años de alcaldía de Jesús Gil en Marbella tiene nombre propio: Marbella Sierra Blanca, una urbalización de lujo propiedad de Pedro Román Zurdo, el hombre de confianza del presidente del Atlético de Madrid en el Ayuntamiento malagueño y primer teniente de alcalde hasta su reciente dimisión. La Fiscalía investiga cómo obtuvo este edil los 400 millones que, como mínimo, desembolsó en la operación, y si existe delito fiscal en las opacas sociedades radicadas en Gibraltar y Panamá sobre las que se ha sustentado.

Más información
La "princesa" americana

"Se ha ido [del Ayuntamiento] más rico de lo que entró", dijo Jesús Gil del hombre con quien ha compartido alcaldía y negocios desde 1991 hasta el pasado 29 de septiembre, en que Pedro Román Zurdo dimitió por "motivos personales", dos semanas antes de que la brigada judicial se incautara de la documentación contable del Atlético de Madrid y la corporación marbellí.Román, salmantino de 56 años y secretario de ayuntamiento de profesión, es el firmante de la mayoría de los 400 convenios suscritos por el Ayuntamiento de Marbella con constructores privados sin plan urbanístico consolidado, ya que Gil anuló la vigencia del aprobado por el PSOE en 1985. Mediante estos 400 convenios -muchos de ellos invalidados el pasado agosto por la Junta de Andalucía- cuadruplicaron Gil y Román el volumen de construcción en Marbella.

La urbanización Marbella Sierra Blanca, propiedad de Kawish Investment, una sociedad inscrita en Gibraltar por la norteamericana Elizabeth Brockman, no fue una excepción. Román convenció a la dueña de lo ruinoso de su inversión -el plan del PSOE sólo permitía construir viviendas unifamiliares-. Después, los convenios privados que presuntamente se firmaba Román a sí mismo como alcalde en funciones obrarían milagros en este sentido, hasta poder saldar 1.200 millones de pesetas de deudas de la urbanización de la norteamericana.

Kawish fue vendida el 5 de octubre de 1992 a Manilva Real SA, empresa radicada en Panamá. Al día siguiente, Susana Fernández de Miguel, abogada de Román, fue nombrada administradora única de la urbanización Marbella Sierra Blanca. Un año más tarde le sucede en el puesto Antonio Román Martín, hijo del teniente de alcalde. En 1995 éste cede su cargo a Antonio Ojeda Fernández, chófer del lugarteniente de Gil.

Paralelamente a este entramado de sociedades financieras, se firman dos contratos de venta de la citada urbanización de lujo:uno en Nueva York entre Brockman y Román en 1992 por 2.500 millones y otro, un mes después, en una notaría de Marbella por algo más de 400 millones de pesetas.

Hasta hace poco, Román no había admitido ninguna vinculación con Marbella Sierra Blanca, la inversión inmobiliaria más rentable de la ciudad tras haber sido recalificado su suelo. Gil ha reconocido que le prestó los primeros 100 millones para adquirir la propiedad de la norteamericana.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_