Japón nacionaliza el banco LTCB y crea un ministerio para sanear su sector financiero
El Gobierno japonés tomó ayer dos importantes decisiones para lograr su objetivo de sanear el sistema bancario. Creó finalmente un nuevo organismo ministerial que se encargará de llevar a cabo la recapitalización de los bancos y nacionalizó el Banco de Crédito a Largo Plazo (LTCB, en inglés), unos de los más afectados por los créditos incobrables en manos de la banca del país. Por otra parte, el presidente del grupo electrónico NEC anunció que dimitirá por un escándalo de sobrefacturación en la venta de equipos al Ministerio de Defensa nipón.
El Gobierno japonés, que hasta hace un mes y medio era acusado por los inversores internacionales de no mover un dedo para resolver su propia crisis económica, ha comenzado a reaccionar de forma sorprendente. Ayer, el primer ministro Keizo Obuchi nombró a Hakuo Yanagisawa titular de un nuevo organismo de rango ministerial (cuya problable denominación será Comisión Independiente), que administrará 50,7 billones de pesetas de capital público, de los cuales 29,5 billones serán destinados a la recapitalización de la banca y otros 21,2 billones a mantener abiertas las líneas de créditos concedidas a los clientes corporativos más solventes.
Hasta el momento, varias entidades como el Banco Industrial de Japón (BIJ), el Banco Dai-Ichi Kangyo y Sumitomo Trust han anunciado que solicitarán fondos públicos. Otro candidato es el Banco Fuji, puesto que ayer rebajó 35.400 millones de pesetas su previsión de beneficios para el primer semestre fiscal (de abril a septiembre).
Cuatro bancos en apuros
Justamente la solvencia a largo plazo de uno de los bancos antes mencionados, el BIJ, y la de otras tres de las mayores entidades financieras japonesas, el Banco de Tokio-Mitsubishi, el Banco Sumitomo y el Banco Sanwa, está siendo revisada a la baja por la agencia de calificaciones estadounidense Moody"s. Este anuncio provocó la caída de la cotización de los títulos de estos bancos en el mercado de Tokio, por lo que la Bolsa de la capital japonesa cerró con un retroceso del 1,05%. La otra gran decisión de ayer del Gobierno de Obuchi fue la de nacionalizar el Banco de Crédito a Largo Plazo (LTCB). Esta entidad, base del crecimiento japonés tras la Segunda Guerra Mundial, se acogió al programa de recapitalización aprobado por el Gobierno a mediados de este mes. El banco pidió ayuda, pero si no lo hubiese hecho, el Gobierno la habría obligado.
El LTCB arrastraba un déficit de capital de 401.200 millones de pesetas, según datos de la Agencia de Supervisión Financiera. El banco puso en jaque a todo el sistema financiero japonés durante el pasado mes de septiembre y su saneamiento era una de las exigencias que la comunidad internacional demandaba a Japón para su recuperación económica y para frenar la crisis financiera mundial.
A partir de ahora y hasta diciembre corresponde al primer ministro Obuchi determinar el destino de la entidad. Luego estará bajo control del nuevo ministerio y el LTCB podrá estar en manos del Estado por un plazo máximo de tres años, durante los cuales podrá ser recapitalizado, vendido a otro banco o liquidado.
La agencia de evaluación de solvencia Moody"s respaldó la decisión del Gobierno anunciando que revisará, para una posible subida, la calificación otorgada a todas las operaciones del LTCB porque están "plenamente cubiertas" tras la nacionalización. Por su parte, el gobernante Partido Demócrata Liberal (PDL) anunció, asimismo, que estudiará establecer controles sobre los fondos de alto riesgo para prevenir mayores daños de la especulación financiera.
Mientras, los escándalos de corrupción siguen siendo el pan de cada día en Japón. Ayer le tocó a Tadahiro Sekimoto, de 71 años, presidente de NEC, el mayor grupo electrónico del país, que anunció su dimisión por su responsabilidad "social", según sus palabras, en el escándalo de exceso de facturación en la venta de equipos al Ministerio de Defensa. El escándalo ya había provocado el suicidio de un ex ejecutivo de NEC y el arresto de 11 altos cargos de la empresa y varios funcionarios.
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