Ibarretxe asegura que el IRPF vasco cuenta con un amplio apoyo político

El vicelehendakari, Juan José Ibarretxe, aseguró ayer que el proyecto de norma sobre IRPF vasco está ya "consensuado" y tiene un "amplio apoyo" desde las formaciones políticas de las instituciones forales, al tiempo que afirmó que el tratamiento del tema de la vivienda es "sensiblemente mejor" que el recogido en el Libro Blanco, presentado en el mes de junio. Las tres diputaciones forales aprobarán la próxima semana el texto del nuevo IRPF para remitirlo a las Juntas Generales de sus territorios.

Los diputados de Hacienda de Vizcaya y Álava, Fernando Olmos y Juan Carlos Peral, subrayaron también que el tratamiento fiscal que recibirá la vivienda habitual en el nuevo IRPF es más beneficioso que el anterior, recogido en el Libro Blanco presentado por el vicelehendakari Ibarretxe, frente a algunas interpretaciones que se han hecho en sentido contrario. Olmos precisó que en la deducción por vivienda habitual se establece el crédito fiscal con un límite de 4,5 millones de pesetas, que no es otra cosa que la desgravación máxima que una familia podrá hacer del valor de la vivienda habitual a lo largo de toda la vida. "Es el 15% de los 30 millones de pesetas de valor de vivienda que la Administración se compromete a favorecer con este tratamiento fiscal específico. Pero la desgravación de los intereses (el 20% de éstos) no se descuentan de éste crédito fiscal. Es decir, no tienen límite de desgravación", señaló. Para Fernando Olmos, esto significa una mejor situación para la rentas más bajas, que son, dijo, aquellas para las que tiene que estar pensada, de forma prioritaria, una medida así. Un asalariado al que hasta ahora se le aplicaba un tipo en el IRPF inferior al 20% desgravaba en su declaración de la renta menos del 20% de los intereses que había pagado por su vivienda a lo largo del año. A partir de la puesta en marcha de la nueva norma foral, el mismo contribuyente desgravará el 20% de estos intereses. Un planteamiento que confirmó también Peral. Por otro lado, la propuesta que van a presentar las diputaciones a las Juntas Generales establecerá el límite en la obligación de hacer la declaración de la renta en los cinco millones de pesetas y el mínimo exento en el Impuesto sobre el Patrimonio, en los 25 millones de pesetas. Poner un límite Uno de los objetivos que se plantea el futuro IRPF vasco es establecer un límite a la aplicación de la deducción por compra de vivienda habitual. "La fórmula anterior había convertido una media de política fiscal destinada a favorecer el derecho a disponer de una vivienda en propiedad en un instrumento cuyo fin principal era, para algunos, el permitir deducciones muy importantes al tipo marginal del impuesto", señaló Olmos. En su opinión, "se daba una utilización perversa de la medida, al permitir el sistema que los que disponían de rentas más altas pudiesen lograr un financiación mayor, y sin límites, de su vivienda". "Además, se persigue el objetivo de crear una deducción que garantice el apoyo al acceso a la vivienda", aclaró. La mejor forma, a su juicio, de alcanzar estos objetivos pasa por el establecimiento de un límite por medio de un crédito fiscal. "Este no depende de la renta del individuo, ni del tipo de vivienda ni del valor de ésta. Con este sistema se apoya, por lo tanto, la compra de la vivienda habitual, pero no se permiten situaciones de injusticia flagrante como las existentes en la actualidad", indicó el diputado. En cualquier caso, recordó que este anteproyecto es respetuoso con aquellos contribuyentes que hubiesen adquirido su vivienda con anterioridad al 1 de enero de 1999, fecha de aplicación del nuevo IRPF, ya que determina la existencia de un mecanismo de compensación en aquellos casos en los que la aplicación de éste resultase peor para el contribuyente que el anterior. Por su parte, el PP discrepa y considera que las modificaciones realizadas al Libro Blanco empeorarán el impuesto, sobre todo, en lo relativo al capítulo de vivienda. El parlamentario Rafael Cámara indicó que su partido está dispuesto a que en Alava, donde sus votos son decisivos para la aprobación de la reforma, se apruebe un impuesto en el que la rebaja sea un "hecho", independientemente de que tenga que ser un IRPF distinto a Guipúzcoa y Vizcaya.