Ibarretxe condiciona su participación en el Senado a la relación con Aznar

El candidato a lehendakari por el PNV, Juan José Ibarretxe, no ha diseñado un nuevo modelo de relaciones con las instituciones del Estado que facilite, en su caso, su presencia continuada en ellas -fundamentalmente, en el Senado- como presidente del Gobierno vasco. "Ahora no hay que discutir de esas cosas", declaró ayer. A renglón seguido, sugiriendo que todo dependería de las relaciones que se mantuvieran con el Ejecutivo central, subrayó: "A partir de ahí, se actuará en cada momento de manera coherente".

Juan José Ibarretxe paseó ayer por el centro de Vitoria junto a afiliados y cargos públicos e internos del PNV. Minutos antes de las once de la mañana se paró junto a la escultura del Caminante, un símbolo de la capital del País Vasco, y reiteró su apuesta personal por la paz, el empleo y la formación. "Eso es lo que me interesa trasladar a la sociedad", advirtió para evitar que cualquier otra opinión pudiera alterar su plan de trabajo. Por eso, al plantearle si se había reformulado las actuales relaciones de la presidencia vasca con las instituciones del Estado, el candidato del PNV se negó inicialmente a responder: "No estamos en un momento para hablar de esto. Ahora hay que trasladar el mensaje de construir entre todos".

A renglón seguido, sin embargo, sugirió que, en principio, las cosas no han cambiado respecto a la posición que el anterior lehendakari, José Antonio Ardanza, ha mantenido durante sus sucesivos mandatos al asegurar que si es elegido presidente actuará de forma coherente "con las relaciones que se mantengan en cada momento" con las instituciones estatales.

Estado de las Autonomías

Después de un largo deshojar la margarita, Ardanza decidió en marzo de 1997 no acudir al debate sobre el Estado de las Autonomías a pesar de que unos días antes recibió en el palacio de Ajuria Enea al propio presidente del Senado, Juan Ignacio Barrero. Ardanza justificó su decisión de no acudir a la cita en la Cámara alta, junto a los restantes presidentes de las comunidades, por el "estancamiento" del desarrollo del Estatuto de Gernika. En aquella ocasión pidió al presidente del Gobierno, José María Aznar, que apostara decididamente por el desarrollo autonómico.

La escueta declaración de Ibarretxe, ayer, en Vitoria deja las cosas como estaban, ya que, además, en el programa del PNV se sigue reclamando el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika.

"Primero hay que cumplirlo", emplazó Ibarretxe al Gobierno central, "y luego adaptar el autogobierno a la nueva realidad europea, en la que es absolutamente necesario no sólo participar en su construcción sino también en las decisiones que se van haciendo día a día".

"El segundo paso", añadió, "es adaptarlo a las nuevas necesidades derivadas de una Unión Europea en la que hay que participar activamente. No sólo para construirla, sino también para construirnos a nosotros mismos".