El título de Bellas Artes en Granada peligra por el retraso en la renovación del programa de estudios Un decano en funciones dirige la Facultad a sólo cinco meses del plazo para modificar el plan
La Facultad de Bellas Artes de Granada vive una situación difícil. Con un decano en funciones y a falta de cinco meses para la conclusión del plazo otorgado por el Consejo de Universidades para renovar su plan de estudios, el centro no ha decidido aún las asignaturas que compondrán el segundo ciclo (tercer y cuarto curso). Y lo que es más grave, no existe interés por hacerlo. Si no se elabora y aprueba la segunda parte del plan se daría una situación sin precedentes en la universidad española: los alumnos cursarían una carrera con dos planes de estudios diferentes. Algo que, según reconoce el Ministerio de Educación, no se ajustaría a la legislación vigente. Antonio Palomino, administrador de la Facultad, va más allá y, amparándose en dicha normativa, teme que la situación "pueda acarrear trabas para la expedición del título a los alumnos". El de Bellas Artes de Granada es un caso atípico. El Consejo de Universidades le permitió renovar su plan de estudios en dos fases, en lugar del procedimiento global normal. El ciclo inicial (primer y segundo curso) se aprobó y funciona desde hace dos años. El segundo debería homologarse en marzo de 1999 y comenzar a impartirse el próximo curso. Sin embargo, como explica Miguel Delgado, decano en funciones de la Facultad de Bellas Artes, vicerrector de Servicios a la Comunidad y catedrático de Informática, "hasta el momento no hay nada hecho". Rechazo Delgado asegura no sentirse muy cómodo en el cargo y afirma haber detectado "que en la Facultad se prefiere el plan antiguo a la renovación". Y así es entre los directores de los principales departamentos. Pedro Osakar (Pintura) y Juan Carlos Ramos (Dibujo) opinan que el nuevo plan supondría una drástica reducción del número de horas lectivas, que iría en detrimento de la formación de los alumnos. De hecho, la carrera tendría cuatro cursos en lugar de cinco y la Facultad de Granada ofrecería la titulación de Bellas Artes con menos créditos (315) de las once existentes en España. "Sería un título devaluado. Si vamos a acabar peor, no renovamos el plan de estudios y nos quedamos como ahora. Para colgarnos nosotros la soga al cuello, que nos la ponga el Ministerio", señala Osakar. Esta falta de interés y voluntad para sacar adelante el plan podría desencadenar una situación problemática y sin precedentes. En caso de no aprobarse, los alumnos que han cursado el primer ciclo con el nuevo plan de estudios se verían obligados a estudiar el segundo con el antiguo. Antonio Palomino, administrador de la Facultad y abogado, considera que la dualidad podría generar trabas en la expedición de los títulos de licenciatura. "Se plantearía una situación irregular. No acorde con lo establecido en los Reales Decretos 1.496/1987 y 1.497/1987". El primero de ellos, Sobre obtención, expedición y homologación de títulos universitarios, recoge en su Artículo 2º que la obtención de un título exigirá la homologación de un plan de estudios, algo que no ocurrirá en Bellas Artes hasta que no se apruebe el segundo ciclo. El segundo, Por el que se establecen directrices generales comunes de los planes de estudio de los títulos universitarios, señala en su Artículo 9º que la "obtención de los títulos oficiales requerirá la superación de las correspondientes enseñanzas conforme a un plan de estudios elaborado y aprobado por la Universidad". "Algo que tampoco cumpliría la Facultad, que tendría dos planes", interpreta Palomino. Solución administrativa Fuentes del Ministerio de Educación han confirmado que la situación no se ajustaría a la Ley, aunque esperan la aprobación del plan de estudios antes del próximo curso. En caso contrario, señalaron, el MEC buscaría una solución administrativa para no perjudicar a los alumnos. Sin embargo, la difícil situación que vive la Facultad de Bellas Artes pone en peligro la completa renovación del plan. El nuevo decano tendría apenas dos meses para poner de acuerdo a toda la Facultad sobre los contenidos. Uno de los principales males que afectan a Bellas Artes es su restrictivo Reglamento de Régimen Interno, que impidió a un profesor presentarse como candidato en 1995, vulnerando su derecho constitucional de libre acceso a cargos públicos. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía anuló el proceso electoral. La resolución ha sido recurrida ante el Tribunal Supremo.
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