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10.000 fumadores de EE UU sientan en el banquillo a las tabacaleras

El mayor juicio contra la industria estadounidense del tabaco comenzó ayer en una corte federal de Miami. Diez mil demandantes acusan a las compañías tabacaleras de engañarles sobre los riesgos de fumar y piden por ello una indemnización de 200.000 millones de dólares (27,5 billones de pesetas). En el banquillo de los acusados están RJ Reynolds, Philip Morris, Lorillard, Brown & Wiliamson, Liggett, Dosal, American Tobacco Company y Tobacco Institute.

El juicio ha generado una gran expectación, ya que pone en tela de juicio el futuro de una industria millonaria. La sentencia, además, podría tener repercusiones en la legislación sanitaria de EEUU. "Esta industria ha eludido sus responsabilidades y durante 40 años ha mentido para cautivar a los fumadores", argumentó el abogado Leslie Rosemblatt en representación de los 10.000 enfermos de Florida que han presentado la demanda. Un grupo de ellos acudió a la sala de audiencias de la corte federal con tanques de oxígeno, aparatos de voz artificial y exhibiendo una tos incontrolable.

Los demandantes alegan que sus enfermedades (cáncer y afecciones coronarias y respiratorias, sobre todo) son producto de su impotencia a la hora de dejar de fumar por las sustancias adictivas que contienen los cigarrillos, ocultadas, según ellos, por las tabacaleras. La defensa de las compañías niega que hayan engañado intencionadamente a los consumidores, y aduce que es "de sentido común" saber que el tabaco comporta riesgos.

Juicio en tres fases

En la primera fase de las tres en las que se ha divido el juicio, los jurados decidirán si la industria tabacalera es responsable de las enfermedades de los fumadores o si ellos decidieron fumar a sabiendas de los riesgos. El juicio entraría en la segunda fase sólo si el veredicto es contrario a las compañías, en cuyo caso el jurado determinaría daños y perjuicios a los demandantes. De serles concedida la suma que piden, los 200.000 millones de dólares, los demandantes probablemente tendrían que repartirla entre el más de medio millón de afectados en el Estado de Florida, que legalmente pueden reclamar compensación a pesar de no haber suscrito el pleito original.

En el único otro caso de características similares en EEUU, en el que un grupo de azafatas y sobrecargos de aerolíneas demandaron a las tabacaleras por inhalación involuntaria de humo, la indemnización fijada fue de 350 millones de dólares (unos 48.000 millones de pesetas). El juez fue entonces el mismo que determinará la actual demanda, Robert Kaye, que ha prohibido a las partes hablar con la prensa.

Los analistas vaticinan que, de ganar los fumadores, las consecuencias serían ruinosas para la industria del tabaco, que tendría que hacer frente a otras demandas millonarias y sufriría la previsible bajada de sus acciones en Wall Street.

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