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"La Constitución no es un coto cerrado"

Aurora Intxausti

Carlos Iturgaiz (Santurtzi, 1965), el más joven de los candidatos que compiten por la Presidencia del Gobierno vasco, se muestra dispuesto a realizar pactos con todos los partidos, salvo con HB, para formar Gobierno tras el 25-O. Apuesta por la reconciliación de todos los vascos para conseguir la paz definitiva y acepta que la Constitución se puede cambiar, pero no para conseguir la independencia.

Pregunta. La tregua de ETA ha cumplido un mes. ¿Qué ha cambiado para ustedes?

Respuesta. En el PP estamos con una esperanza: estar tocando el final de la pesadilla de una generación completa de vascos, que ha sido el terrorismo. Si hay un partido que desea, como el que más, que llegue la paz ése es el nuestro, por razones obvias. Lo que deseo y espero es que aquellos que han empuñado las armas durante 30 años no frustren la esperanza que tiene este pueblo.

P. ¿Creen entonces que ya no existe una tregua-trampa?

R. Eso sólo lo decidirá ETA. No nos podemos poner en la racionalidad, en la cabeza de lo que piensan ellos, porque siempre que los demócratas hemos intentado explicarnos cuál va ser su próximo paso fallamos. Esta organización es imprevisible y creo que hay que hacer un esfuerzo para que esa tregua pase a ser una paz definitiva.

P. ¿Qué pasos habría que dar en Euskadi?

R. No hemos puesto palos en la rueda. Hemos pedido sacrificio a nuestra gente para poder llegar al escenario que todos deseamos. Nos hemos reunido con las víctimas. El presidente del Gobierno está liderando este proceso de paz con hechos. Cuando se le pide a [Arnaldo] Otegi [hom-bre fuerte de HB] que condene acciones violentas callejeras, mira a otro lado, se sigue encogiendo de hombros. Ellos también deben hacer algún gesto.

P. Su partido se ha opuesto al traslado de presos. ¿Qué ha cambiado para que ahora no rechace el acercamiento?

R. No se ha cambiado ahora. En estos momentos lo que ha hecho el Ministerio del Interior es seguir marcando el ritmo que ya empezó a predicar hace tiempo. Y ya ha dicho que va a hacer una política flexible, dinámica. Estos últimos acercamientos se suman a otros 64 traslados de presos a cárceles del País Vasco.

P. En su campaña, ha atacado ferozmente al nacionalismo vasco. ¿Tanto peligro le ve?

R. Yo no tengo temor al nacionalismo, sino a quien nos quiere hacer la vida imposible y tiene nombre y apellidos. No criticaré a esa ideología por lo que es, sino por lo que hace. El PNV se ha quitado la careta y ha dejado la ambigüedad, ha dejado la centralidad y la moderación yendo de la mano del señor Otegi y del mundo de HB a apostar por la soberanía del País Vasco en la famosa Declaración de Estella, en la que eso es igual a independencia.

P. ¿Estaría dispuesto a sentarse con HB en la Mesa de Ajuria Enea?

R. Esa ecuación no es posible porque uno de los pilares de la Mesa de Ajuria Enea es la defensa de los derechos humanos. Yo estaría encantado de ver a una HB que condene los atentados, que pida a ETA que deje de matar, que renuncie a todo su pasado violento y que entre en el juego democrático.

P. Supongamos que el lehendakari que resulte elegido en estas elecciones convoca a todos los partidos. ¿Se sentaría con ellos?

R. La Mesa de Ajuria Enea no ha cambiado nada. Y si en ese foro se defienden los derechos humanos no puede sentarse alguien que se encoge de hombros y mira a otro lado. Cada uno sabemos donde estamos y Euskal Herritarrok todavía no ha condenado la violencia.

P. Ustedes advierten en la campaña del peligro de que surja un frentismo nacionalista. ¿Habrá un frente después del 25-O en el Gobierno vasco?

R. El PNV ha apostado ya por hacer un proyecto compartido con los otros nacionalistas y, sobre todo, con sus patriotas descarriados de HB.

P. ¿Es real esa posibilidad?

R. Por supuesto, y más después de la firma de la Declaración de Estella y los acuerdos que suscribieron en el Parlamento vasco para sacar leyes y proposiciones. Esto ha ocurrido hace pocos meses. En esta campaña, el PNV no habla de independencia, ni soberanía. Pero el día 26 convertirá la Declaración de Estella en algo real, porque ya ha elegido con quién compartir proyecto.

P. ¿Descarta la posibilidad de que el PP gobierne con el PNV en Euskadi?

R. Lo único que descarto es que el PP pueda gobernar con EH. Lo que queremos es gobernar. Si los vascos dicen que nosotros tenemos que gobernar este país, lo haremos con aquel que respete las reglas de juego establecidas, dentro del marco jurídico del que nos hemos dotado.

P. Dada la fragmentación del mapa político, ¿cree que hasta después de las elecciones municipales de junio no será posible constituir un Gobierno?

R. Es muy complejo y por eso hay que ver el actual mapa en el que el PNV gobierna con los socialistas en las diputaciones, con UA en el Ayuntamiento de Vitoria, con EA en el Gobierno vasco, con socialistas e Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Bilbao. Éste es un país muy complejo y hace extraños compañeros de viaje.

P. ¿Podría el PP aceptar un acuerdo de gobierno entre nacionalistas en Euskadi y seguir buscando el apoyo del PNV en Madrid?

R. Es bueno que en la gobernabilidad de España esté implicado el PNV. Ése no va ser el problema del PP, sino del PNV si se radicalizan. Tengo muy claro que hay que gobernar el País Vasco desde la moderación y la centralidad, nunca desde la radicalidad.

P. ¿Estarían dispuestos a llegar a acuerdos con los socialistas?

R. No descarto ninguna posibilidad. Si gano las elecciones no voy a meter a Euskadi en una aventura, en una tela de araña. Les voy a plantear seguir abiertos a España, a Europa y continuar con las reglas de juego del Estatuto y la Constitución. Que no cuenten con Carlos Iturgaiz aquellos que sólo defienden la Declaración de Estella.

P. ¿La Constitución es inamovible?

R. No se puede afirmar eso. Habrá una modificación de la Carta Magna con la reforma de las autonomías, y eso deberá tener el refrendo de todos los partidos. La Constitución no es un coto cerrado, pero yo no estoy de acuerdo en cambiarla para dar la independencia.

P. ¿Qué significa para usted el derecho de autodeterminación?

R. Independencia. No nos engañemos, porque eso es lo que quiere decir.

P. Para el PNV independencia no significa estar alejado de Europa.

R. Que explique cómo se puede ser un país soberano, independiente y no estar alejado de Europa. En el caso de que el País Vasco fuera independiente, estaríamos arrinconados, aislados del marco de la UE.

P. ¿No cree que la situación produce cierta esquizofrenia entre los políticos vascos?

R. Muchas veces nos hace estar tanto en candelero que en muchas ocasiones algunos han perdido la perspectiva de lo que ocurre. Lo que me da miedo es que algunos, como [el portavoz del PNV, Joseba] Egibar, sean capaces de decir cosas como "que se preparen, que se preparen". Ahí se ven los argumentos de cada persona. ¿Por qué ese tono amenazante? ¿Significa que no aceptaría el PNV que otros partidos gobernasen?

P. Sus críticos le reprochan no tener perfil propio respecto a la tutela de Mayor Oreja, el presidente de honor del PP vasco.

R. Algo tienen que decir porque tienen que atacar de alguna manera a un político que también tiene otras virtudes, como todos sabemos. Mis raíces están aquí, no me pueden decir que no hago esfuerzos para hablar en euskera. Creo que, además, si lo que intentan es atacar a Carlos Iturgaiz diciendo que está bajo la tutela de Jaime Mayor Oreja, están equivocados. Me parece un honor y un prestigio estar bajo la tutela del mejor ministro del Interior que ha tenido la historia de España y el político mejor valorado en todas las encuestas que se hacen en este país.

P. ¿No cree que esta campaña es muy pobre, agresiva y muy poco cercana a los problemas del País Vasco?

R. De lo que se está hablando es de un escenario de esperanza y del modelo que podemos tener en este país. No del frentismo, porque sólo lo hacen unos, los que firmaron el Acuerdo de Estella. En cambio, unos hablamos de modelos autonómicos en el marco de España y del Estatuto de Gernika y otros, los partidos nacionalistas, reivindican la soberanía y la autodeterminación.

P. ¿Cómo ha cambiado su vida personal desde que ETA declarase su tregua?

R. Estamos más aliviados. Y se supone que saber que hay una tregua y que no van a asesinar es un alivio. Sin embargo, no hay que bajar la guardia. No tenemos la suficiente libertad. Quiero hacer un país de todos, cómodo para los nacionalistas, pero también para los que nos sentimos vascos y españoles.

P. ¿Cuánto tiempo cree que deberá pasar para conseguir la paz definitiva?

R. Es difícil saberlo. Hemos estado tanto tiempo en la anormalidad que nos hemos hecho hasta cómodos. Si llega la paz no habrá que buscar culpables; la paz definitiva tiene que ser con la reconciliación de todos los vascos.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Periodista. Trabajó en EL PAÍS entre 1985 y 2021, tanto en la redacción de el País Vasco como en Madrid. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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