Del 'Tío Sam' al primo Bill

Como en las redacciones del colegio, la Universidad de Alcalá puso hace un año a los humoristas gráficos iberoamericanos un tema sobre el que dibujar: el Tío Sam. Los alumnos han hecho gala de unidad de criterios. La mitad ha caricaturizado al centenario emblema de los Estados Unidos como sheriff del mundo, y lo ha representado como un viejo que juega al baloncesto con el globo terráqueo o dirige la orquesta mundial con una batuta-ametralladora. Una cuarta parte ha dibujado a Sam en funciones de colonizador cultural y la otra cuarta parte ha bromeado sobre el caso Lewinsky. Bill Clinton, convertido en una vedette tímida rodeada de labios con piernas, parece despertar más simpatías que el anciano Sam entre los 140 autores de las obras que se verán hasta el 15 de noviembre en la exposición principal de la V Muestra de Humor Gráfico de Alcalá. Un venerable anciano de larga barba blanca y dedo índice extendido e ineludible, tocado con un sombrero de copa con barras y estrellas, que llamaba a los jóvenes estadounidenses a unirse a la armada en la Guerra Mundial, fue el que popularizó el personaje del Tío Sam. Lo explica el único humorista estadounidense -de raíces ecuatorianas- presente en la muestra, Enrique Pilozzo. En esta figura del ilustrador Montgomery Flagg se han basado la mayoría de los que comparten sala con Pilozzo. Sus obras, como las de las cuatro muestras anteriores, pasarán a engrosar los fondos del museo de humor gráfico que pretende crear la universidad alcalaína.

"Yo ya lo había visto antes, en dibujos del siglo XIX de Winsor Mc Cay, el padre de Yellow Kid, el primer personaje de una viñeta en un periódico. El Tío Sam fue utilizado en los años sesenta y setenta por toda la izquierda europea como emblema del imperialismo", explica el humorista José Luis Cabañas, que le ha pintado como un vendedor ambulante de hamburguesas, coca-colas, ordenadores, vaqueros y demás bienes "uniformizantes" a exportar. El dibujo de Forges lo protagoniza un planeta Tierra tocado con una gorra de béisbol puesta al revés y mascando chicle. Antonio Fraguas atribuye el consenso a que los humoristas son "los cirujanos de lo evidente".

¿Y la visión más amable de Clinton? "El tema erótico es ¡tan agradable! Cuando pase, vendrá otro presidente de EEUU y volveremos a caricaturizarle bombardeando", afirma Luis García Fresquet, un cubano exiliado en Alcalá a causa de sus dibujos.

Esta exposición, en la que hay firmas de 21 países, forma la actividad central de la V Muestra de Humor Gráfico, pero no la única. Otras 10 muestras, con sede en Alcalá, Torrejón, Coslada y Arganda, la arroparán. Además de en vivo, se pueden visitar en Internet. Una de ellas, Premio Quevedos 98, mostrará las obras de los candidatos a este galardón. Se trata de un premio creado por los ministerios de Cultura y Asuntos Exteriores para convertirse en el homólogo del Cervantes de Literatura, en el campo del humor gráfico.

Como el Cervantes, será anual, se entregará en Alcalá y el premiado lo recibirá de manos de un miembro de la familia real. Cuál de ellos y cuándo son cosas que están aún sin determinar. Pueden optar al mismo todos los autores en castellano o portugués que sean presentados antes del 30 de octubre por sus embajadas o por asociaciones de humoristas o periodistas.

El premio incluye la entrega de cinco millones de pesetas y una estatuilla que representa a Francisco de Quevedo saltando a la pídola sobre unas gafas sin patillas o quevedos. La obra la firma Paloma Puya, una escultora que conoce de cerca el mundillo ya que es la esposa del humorista Nacho, de Ricardo y Nacho.

El Tío Sam, sala 1.2.9.3, plaza de San Diego, s/n, hasta el 15 de noviembre, entrada gratuita. Premio Quevedos 98, a partir del 22 de octubre, capilla del Oidor, plaza de Santa María. Ambas, en Alcalá. Muestra virtual y programa de las exposiciones y actividades paralelas en la dirección de internet www.fgua.es.