UAGA alerta del peligro que corre la población si se registran inundaciones en el Guadalete

La organización agraria UAGA-Cádiz presentó ayer el informe de sus técnicos sobre la situación del río Guadalete, principalmente entre la localidad de Arcos de la Frontera y la barriada jerezana de El Portal. Una buena parte de las 15.000 personas que viven en asentamientos cercanos a la ribera del río se encuentran, según este estudio, en claro peligro ante una eventual riada. El secretario provincial de UAGA, Salvador Pineda, no dudó en señalar que, si llueve como los últimos inviernos, "la vida de infinidad de personas que viven cerca de la cuenca del Guadalete corre serio peligro".

Pineda definió el actual estado del río Guadalete como el de "una balsa de escombros, de arena y de residuos de todo tipo que han anegado por completo su cauce". Para los responsables de UAGA, es evidente que si hubiera que desembalsar agua de las presas y embalses de la provincia como consecuencia de las fuertes lluvias, el resultado sería "catastrófico" para los cultivos ubicados a ambos márgenes del río en todo su trayecto y, sobre todo, para las gentes que viven cerca del Guadalete. La presentación ayer del informe se completó con diapositivas que muestran el deterioro que ha sufrido el Guadalete en los últimos meses. Anastasio Bazán, principal autor del trabajo sobre el estado del río, destacó el vertido incontrolado de escombros por parte de las graveras que trabajan en la zona y la gran cantidad de maleza, con ramas y árboles enteros caídos al cauce, como principales causas del considerable estrechamiento que ha sufrido en muchos tramos el cauce del Guadalete. Los técnicos de UAGA consideran que este recorte de las medidas naturales del río -en algunos lugares los escombros han llegado a tapar más del 50% de la anchura del Guadalete- es motivo más que suficiente para que, cuando se produzca un aumento del caudal, las aguas se salgan de su curso arrastrando con todo lo que encuentren. Salvador Pineda centró todas sus críticas en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), ente al que UAGA responsabiliza en primer término de lo que pueda ocurrir en la ribera del Guadalete. "La CHG debería haber tomado cartas en el asunto y debería haber invertido el dinero necesario para limpiar el cauce del Guadalete", indicó Pineda, que acusó además al organismo de cuenca de no estar impidiendo ni siquiera que se siga ensuciando el río. El responsable provincial de UAGA añadió que no sólo habría que trabajar en el cuerpo del Guadalete, sino también en la multitud de arroyos y riachuelos que desembocan en el río y que están en las mismas condiciones. Pineda solicitó a los ayuntamientos afectados -Jerez y Arcos, principalmente- y a la Junta más presión sobre la Confederación. La CHG, según los representantes de los agricultores, está siempre muy dispuesta a multar a aquéllos que cojan agua del río para sus cultivos, pero no se está preocupando por vigilar, controlar y limpiar el Guadalete. Hace algunas semanas también se escucharon duras críticas contra la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir por la aparición, una vez más, de cientos de peces muertos al paso del río por la barriada de El Portal. El consistorio jerezano lamentó que la Confederación no estuviese más atenta a los vertidos tóxicos de las azucareras.