La Reserva Federal de EEUU rebaja los tipos de interés un 0,25% y dispara la Bolsa
Wall Street se entusiasmó al cierre de su sesión de ayer al saber que la Reserva Federal, reconociendo que se quedó corta el pasado 29 de septiembre, rebajó por sorpresa un cuarto de punto sus dos principales tipos de interés, el de fondos federales y el de descuento. El índice Dow Jones se disparó y cerró con una subida del 4,15% (330,58 puntos). Otra buena nueva se sumó al alborozo: Clinton ha logrado arrancarle al Congreso de EE UU la entrega al FMI de 18.000 millones de dólares (2,5 billones de pesetas) para combatir la crisis financiera internacional.
La subida del 4,15% de Wall Street es la octava mayor desde 1987. El índice Dow Jones superó ampliamente el nivel de los 8.000 puntos y cerró en 8.299,36. La rebaja, el 29 de septiembre, de un cuarto de punto en el tipo de interés de los fondos federales dejó un mal sabor de boca. Pareció demasiado poco para la gravedad de la situación de crisis internacional. Pero ayer, el presidente de la reserva Federal, Alan Greenspan y los suyos, que no tenían previsto hablar de tipos hasta el próximo mes, se reunieron casi clandestinamente en Washington y abarataron un cuarto de punto el tipo que ya habían tocado hace dos semanas, y que queda en un 5%, y el de descuento, que queda en el 4,75%.
Desde hace cuatro años, los tipos nunca se habían situado antes en el 5% exacto. En 1994, se situaron entre el 3,25% y el 5,50% y desde ese año siempre han estado por encima del 5%.
Poco antes de la rebaja se había anunciado el acuerdo entre la Casa Blanca y el Congreso a propósito del FMI. A cambio del dinero, 2,5 billones de pesetas, Clinton se ha comprometido ante la mayoría republicana del Congreso a proponer reformas en el funcionamiento del FMI. Ese acuerdo pone fin al pulso entre las ramas ejecutiva y legislativa del poder y concede credibilidad a los llamamientos de Clinton para una acción internacional enérgica.
Tormentas
Las tormentas financieras en Asia, Rusia y Brasil, dijo Clinton en su momento, son la amenaza más grave en varias décadas a la prosperidad económica de EE UU y la estabilidad financiera internacional. El Congreso fue receptivo a ese mensaje. De hecho, seguía ayer reunido en Washington, una semana después del cierre oficial de sus sesiones de la actual legislatura y a dos semanas de las elecciones del 3 de noviembre. El acuerdo sobre el FMI fue de gestión laboriosa. Las dos partes lo vincularon a las negociaciones globales sobre el presupuesto para el ejercicio comenzado el pasado día 1. Esas negociaciones también estaban ayer a punto de concluir de modo positivo. Los republicanos insistían, además, en no soltar un centavo para el FMI antes de que la Casa Blanca se comprometiera a impulsar una reforma de ese organismo, que los conservadores consideran "un rey Midas al revés".
La Casa Blanca ha terminado por aceptar algunas ideas republicanas y emprenderá una campaña para que el FMI cargue intereses más altos a los préstamos efectuados a países en crisis y les exija un reembolso más rápido. La presidencia también acepta que debe dar una información transparente sobre la política del organismo.
El acuerdo implica que el FMI exigirá a los países en crisis tipos de interés superiores a los del mercado y una devolución en un plazo de dos años y medio.
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