"L"Avenç": los hijos rojillos de Bocaccio
Oriol Regàs, el alma de Bocaccio, les dejó un despacho de cuatro metros cuadrados en la discoteca que era patria de la gauche divine. Puso 75.000 pesetas en la caja común. Buscó el mecenazgo de Pere Duran, que hizo que Hidruña invirtiera un millón de pesetas en un proyecto de incierto futuro, impulsado por jóvenes rebosantes de ideas. Eran los primeros tiempos de L"Avenç, que ahora cumple 22 años. La confianza en aquellos jóvenes -mezcla de historiadores y agitadores- ha dado, después de todo, sus frutos. La publicación de historia tiene una circulación de entre 4.000 y 5.000 ejemplares, y ahora inicia una nueva etapa de mayor apertura a ámbitos culturales, filosóficos y lingüísticos, puesto que en un plazo razonable se plantea aparecer en castellano y con una difusión para toda España. Ayer se celebró la puesta de largo de este nuevo periodo, bajo la dirección de Jaume Casals, Jordi Mercader y José Luis Martín Ramos, y la tutela del editor Daniel Fernández. La etapa no nace exenta de polémica. Algunos historiadores, como Enric Ucelay da Cal y Xavier Casals, abandonaron antes del verano la publicación ante la nueva etapa. En el sector hay quien considera que los nuevos tiempos traen consigo un desembarco socialista en toda regla. Para los impulsores del proyecto, en cambio, se trata de un punto y seguido, y en absoluto supone ruptura con la tradición. La presentación del número 229 de esta publicación mensual corrió ayer a cargo de Ferran Mascarell, director del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) y perteneciente a aquella generación que hace 20 años estaba a la izquierda de Bocaccio. Mascarell levantó acta de que de casi todo hace 20 años. O más. Recordó que el título de la publicación tiene como padre indiscutible al historiador Josep Fontana, quien al oír el fragor del debate entre los jóvenes dijo: "¡Parecéis los del L"Avenç de 1900!". Luego, el milagro de la supervivencia: 22 años. "La ilusión, la tozudez y la complicidad de la gente han podido más que la indiferencia institucional. Recuerdo cuando ibas a ver a un director de Promoción Cultural de la Generalitat para pedirle ayuda económica y te decía que si la revista no estaba cerca de no sé quién y de no sé qué". De esta manera, el actual director del ICUB expresaba una queja histórica. En 22 años de vida, esta publicación en catalán jamás ha contado con "subvenciones presidenciales", recalcó el editor, Daniel Fernández. La desmitificación de la historia de Cataluña le ha valido a L"Avenç acusaciones de españolismo, mientras que, paradójicamente, era mostrada por la policía como parte del material incautado al primer comando desarticulado de Terra Lliure, recordaba ayer Fernández. Quizá con ánimo de continuar esa existencia polémica, el último número de la publicación recoge un debate sobre las raíces sociales del catalanismo: un tema que parece toda una declaración de principios. Los impulsores de la nueva etapa quieren dar una imagen de continuidad no claudicante. El debate enfrenta a Joaquim Molas, catedrático de Literatura Catalana, y a Joan Lluís Marfany, profesor de la Universidad de Liverpool, con la benévola moderación del historiador y alcalde socialista de Girona, Joaquim Nadal. El debate va acompañado de artículos al respecto de Pere Anguera, Àngel Duarte y Pere Gabriel. Historiadores de todo signo, pues, en el nou Avenç . Eso sobre el papel. Ayer, en la soleada sala del Centro de Cultura Contemporánea donde se celebró la presentación, no se prodigaron las presencias significadas. Entre los historiadores asistentes se encontraba Joan B. Culla, que expresó en este diario las dudas que muchos tienen sobre la nueva etapa.
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