Murdoch: "Nos volvemos locos con los controles informativos"

El magnate Rupert Murdoch ironizó ayer sobre la cantidad de organismos oficiales y disposiciones políticas que regulan las actividades de los medios de comunicación. "Nos volvemos locos con las políticas y controles informativos en todos los rincones del mundo", dijo durante la asamblea general de accionistas de su grupo News Corporation, celebrada en la ciudad australiana de Adelaida, en la cual inició su expansión mundial a partir de los beneficios logrados por el diario The Adelaide Advertiser.El actual dueño de canales de televisión, periódicos, revistas y productoras audiovisuales en 40 países aseguró que sólo en el Reino Unido sus operaciones están sometidas al control de cinco organismos gubernamentales "y eso sin contar Bruselas, donde todos los controles anteriores se duplican". Añadió jocosamente: "El socialismo no ha muerto todavía". Pero también expresó su confianza en que el avance de la tecnología hará "irrelevantes" en el futuro los intentos de control administrativo o político de los medios de comunicación.

Murdoch confirmó que trabaja actualmente en varias compras en Europa. En concreto mencionó a Alemania, donde tiene planteada la adquisición de una parte del grupo Kirch; y a Italia, país este último en el que se encuentra en conversaciones con la compañía de teléfonos para tratar de poner en pie una plataforma de televisión digital.

News Corporation, que obtiene el grueso de su facturación en Estados Unidos, presentó en el último ejercicio unos ingresos de explotación cercanos a los 15.000 millones de dólares.

Por otra parte, el magnate restó importancia a ciertas informaciones sobre su vida privada, según las cuales tras separarse de su esposa Anna en el pasado mes de abril, ha establecido una estrecha relación con Wendy Deng, una ejecutiva de 31 años del Star Television Service, una de las empresas que controla en Asia. Anna Murdoch pidió el divorcio en julio y ha abandonado el Consejo de Administración de News Corp. Ltd, que forma parte de la red mundial gobernada por su marido.