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Reportaje:

Nueva historia ilustrada sobre el libro de texto español

De la posguerra a la última reforma, la LOGSE, de 1990. Éste es el recorrido del segundo volumen de la Historia Ilustrada del Libro Escolar en España, editado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Hace un año, un primer tomo se centró en la época que va del Renacimiento hasta la Segunda República.Obra de un equipo de profesores universitarios dirigidos por Agustín Escolano, catedrático de Historia de la Educación en la Universidad de Valladolid, el análisis histórico de los dos tomos profundiza en el mensaje de los textos, de las imágenes, de los intereses políticos y económicos de la edición de libros escolares.Desde la terminación de la Guerra Civil española hasta la actualidad se suceden las reformas, y las últimas décadas representan para los autores, una segunda generación de manuales: cambian los formatos y las imágenes, y crece la proliferación editorial. "Aparece una mayor dimensión cosmopolita y financiera que no había sido propia de la edición escolar", subraya Escolano. "Cambian los géneros, se disuelve la Enciclopedia, aparecen los libros activos, las fichas, los textos informáticos; se añaden los avances tecnológicos y el pluralismo lingüístico, que se había dado antes pero no de forma tan generalizada", añade.

La política y los textos

Así, el libro escolar ha pasado por muy variadas circunstancias. Unas, más progresistas; otras, más conservadoras, incluso doctrinales, dependiendo del régimen político de la época. De 1836 a 1841, y de 1868 a 1879, el mensaje de libertad era absoluto; mientras entre 1824 y 1834, el texto obligatorio ganó la partida, síntoma que se repite en la dictadura de Primo de Rivera.El franquismo opta por el texto único, "pero la exaltación del nacionalismo, de los valores religiosos impulsados por el catolicismo integrista fracasan en el franquismo de los años sesenta", explica Manuel Pueyes, catedrático de Historia Política de la Educación.

En los sesenta, se debilitan las censuras religiosa y política por el desarrollo económico. Los libros, reflejo del camino hacia la democracia, muestran una apertura de ideas aunque la autorización previa de los mismos se mantiene con la LOGSE hasta su reciente abolición por el Gobierno del PP.

Pero la libertad de expresión en los textos no elimina, según los autores del nuevo volumen de la Historia Ilustrada del Libro Escolar en España, la influencia de los valores dominantes de la sociedad, y "echar la culpa de los acontecimientos actuales a la televisión es escaparse de la realidad", sostiene Agustín Escolano. "Los grandes editores, que concentran la producción de los libros escolares, tienen que reproducir textos acordes con la sociedad y la globalización de la sociedad impone valores difíciles de contrarrestar que presionan sobre el sistema educativo", explica.

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