Los médicos con permiso sabático consiguen mayor promoción

Un estudio realizado en el Hospital Clínico de Barcelona revela los efectos positivos que tienen entre el personal sanitario las estancias de profesionales en instituciones de prestigio, conocidos popularmente como permisos sabáticos. Estos permisos fueron creados hace más de 20 años por la Universidad de Harvard para el personal de su plantilla y desde entonces otras instituciones médicas los han venido aplicando, aunque en España se trata de una práctica muy poco extendida.

Uno de los centros pioneros en su aplicación fue el Hospital Clínico de Barcelona y actualmente es una opción recogida en el convenio laboral. En un estudio publicado en 1994 en la revista Medicina Clínica por el doctor Joan Rodés se constató la utilidad de estos permisos para el citado hospital, que se tradujo en la implantación de nuevas técnicas de diagnóstico y tratamiento, así como un aumento de la productividad científica. El 95% de los médicos que habían disfrutado de dicho permiso consideraban que esa experiencia había contribuido a su promoción personal.

Primera selección

Ahora, un nuevo trabajo publicado en la misma revista y dirigido por Miguel Ángel Asenjo desvela que el hecho de haber disfrutado de un permiso sabático conlleva para los médicos una probabilidad de promoción laboral siete veces mayor que quienes no lo obtuvieron o no lo solicitaron, pero no de promoción universitaria. Para llegar a esta conclusión, el estudio comparó la promoción profesional y universitaria de 52 médicos con permisos sabáticos con la de otros 43 facultativos que no los disfrutaron y que tenían idénticas características, tales como antigüedad, edad, sexo y tipo de trabajo.El estudio considera que es probable que el hecho de solicitar y obtener un permiso sabático sea ya un mecanismo de selección, de modo que los médicos más capacitados sean los que opten a disfrutarlos y, en consecuencia, sean los que se promocionen más laboralmente. Sin embargo, llama la atención que no se asocie a una mayor promoción univiersitaria, lo que lleva a pensar que es diferente la valoración de los currículos que se efectúa en el hospital y en la universidad.

El estudio considera que este hecho debería ser motivo de reflexión, pues cada vez más se exige a los profesionales de los hospitales que demuestren su capacidad de renovación e innovación. Además, hay que tener en cuenta que esos permisos fueron desarrollados originalmente por las universidades, que ahora, paradójicamente, parecen no tenerlos en cuenta.