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Reportaje:

Bombas de Zarautz en todo el mundo

La especialización ha garantizado la permanencia de Manufacturas Aranzabal, S. A., que se dedica desde 1920 a la fabricación de sistemas de bombeo hidráulico y de otros fluidos. Más conocida comercialmente como Bombas Itur, esta empresa familiar con sede en la localidad guipuzcoana de Zarautz cuenta con las mayores instalaciones del sector en España y ostenta el liderazgo en la fabricación de equipos de bombeo para los sectores industrial y naval. Hace 35 años, el mercado nacional se le quedó pequeño a Bombas Itur y comenzó la exportación. Actualmente, se impone la internacionalización. La firma, que preside y dirige Antonio Aranzabal, proyecta implantarse en algún país extranjero todavía no determinado. La instalación de una planta o el establecimiento de una joint venture con un socio local son las dos fórmulas que barajan los responsables de Bombas Itur para su aventura exterior. "Hay que pensar en la internacionalización, porque nuestro mercado es el mundo y pretendemos responder globalmente a las necesidades de los clientes", asegura Manuel Aramburu, director comercial de la empresa. Con los planes de expansión, los responsables de Manufacturas Aranzabal prevén aumentar su porcentaje de exportación hasta el 50% en el plazo de dos años. A más de 30 países La firma, que exporta a más de 30 países en el mundo de forma regular, vende en los mercados exteriores el 30% de su facturación, lo que supone 1.110 millones de pesetas. La empresa prevé aumentar la cifra de negocio sensiblemente en los mercados internacionales "sin perder penetración en el mercado español", subraya el directivo de Bombas Itur. La empresa cuenta con 12 delegaciones en España y dispone de agentes distribuidores en todo el mundo. Desde el año 1970, en el barrio Urteta de Zarautz, sede de la firma, la producción de equipos de bombeo se articula en tres divisiones. Los procesos industriales, el sector naval y una tercera pata, en la que se enmarca el abastecimiento, el tratamiento de aguas residuales y la recuperación medioambiental, son los sectores a los que se dirige la producción de bombas para todo tipo de fluidos. En el sector industrial, la industria química y petroquímica es la principal cliente de Manufacturas Aranzabal. También a principios de los años setenta, un producto desarrollado por la empresa le hizo posicionarse muy favorablemente en el mercado mundial. "Desarrollamos una tecnología novedosa que permitía poder revisar una bomba sin soltar ni las tuberías ni el motor, con los que se conseguía un ahorro enorme en el mantenimiento de los equipos", explica Aramburu. El nombre comercial fue Norma IN, una bomba centrífuga que, con más prestaciones que la inicial, todavía comercializa Bombas Itur. El nuevo producto fue fruto de la labor de investigación y desarrollo [I+D] que la fabricante guipuzcoana realiza y en el que trabajan más de 40 personas. La escasa inversión que supone para una empresa la adquisición de equipos de bombeo hace que la mayoría de los contratos de Bombas Itur ronden los 30 o 40 millones de pesetas. Pero la empresa también se ha hecho con algunos contratos superiores a los 100 millones de pesetas. La actual cartera de pedidos de la empresa zarautztarra incluye algunos contratos importantes con empresas como Gamesa, Shell, Repsol y Astilleros Españoles. Una azucarera en Vietnam, una cementera en Egipto y cargaderos de petróleo en Paraguay y Argentina son algunas de las nuevas instalaciones a las que suministrará sistemas de bombeo Manufacturas Aranzabal. "Yo alguna vez he pensado que, como el objetivo era aumentar la duración del producto, en un futuro nos íbamos a quedar sin trabajo. La realidad me ha demostrado lo contrario", comenta Aramburu, para añadir seguidamente que "cuanto más se desarrolla un país, más bombas necesita". Todavía algunas bombas que salieron de los talleres de Manufacturas Aranzabal hace 40 años siguen funcionando. "Prácticamente, las bombas son indestructibles, pero la vida normal recomendable son ocho años, porque a las empresas les sale más rentable incorporar las bombas más avanzadas". Setenta y ocho años después de que fuera creada por Manuel Aranzabal, un total de 275 personas integran la plantilla de Bombas Itur. La empresa prevé cerrar 1998 con una facturación de unos 4.000 millones de pesetas, un 10% más que el ejercicio pasado. La empresa cuenta con una capital social de 170 millones de pesetas, controlado por los descendientes del fundador, y con participaciones en varias fundiciones vascas de hierro, bronce y acero inoxidable, que garantizan el surtido puntual de materias primas a Bombas Itur.

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