Los frutos de un pequeño taller creado en 1920

La historia de Bombas Itur está inevitablemente unida a la familia Aranzabal. En 1920, Manuel Aranzabal Iturzaeta comenzó la historia empresarial de la firma en un pequeño taller de la localidad de Zarautz. La producción estaba entonces orientada a fabricar equipos de bombeo hidráulicos, dirigidos mayoritariamente al sector agrícola. El desarrollo industrial de los años sesenta despegó la producción de las bombas hidráulicas y, aprovechando las expectativas de negocios, Manufacturas Aranzabal comenzó a fabricar equipos de bombeo para todo tipo de fluidos. En 1966, el taller del fundador se quedó pequeño y la empresa se trasladó a su actual ubicación en el barrio de Urteta. Manufacturas Aranzabal dispone de unos terrenos de 70.000 metros cuadrados, de los que se han edificado 21.000 metros. La última ampliación de la empresa se produjo en 1973. "En plena crisis, nos aventuramos a invertir en medios de producción", destaca Manuel Aramburu. En un principio, la empresa se dedicó a la fabricación de motores de explosión y bombas, pero la producción pronto se dirigió a la fabricación exclusiva de equipos de bombeo hidráulicos. Actualmente, la empresa está controlada por los herederos del fundador, Antonio e Ignacio Aranzabal. En el taller, la producción se divide en trabajo en serie, semiseriado y bajo contrato. La firma cuenta con una extensísima lista de clientes en los cinco continentes. Repsol, Astilleros Españoles, Acerinox, Viscofan, CLH, Petronor y las principales empresas automovilísticas son algunas de las empresas significativas que utilizan Bombas Itur.