Muere a golpes un industrial que sorprendió a unos ladrones en un almacén de maderas
Una nave de maderas del polígono de El Álamo, en Fuenlabrada (163.900 habitantes), se convirtió el sábado en una trampa mortal para un industrial del municipio. Santiago Villarreal García, de 61 años, socio de una empresa de tornillos ubicada en el polígono, advirtió que había movimiento en una nave vecina y decidió entrar para hablar con sus propietarios. Pero en el interior se encontró con una banda de ladrones que en ese momento sustraía las maderas y las puertas almacenadas. Sin dudarlo, la emprendieron con el industrial hasta que acabaron con su vida.
Los hechos ocurrieron en la avenida de Laredo, en el número 27 del polígono industrial El Álamo. Una banda de ladrones entró sobre las tres de la tarde en la nave de la empresa de puertas, cercos y molduras Egarsa. Los delicuentes comenzaron a cargar la madera y las puertas almacenadas, de las que se llevaron un camión entero, según explicó uno de los dueños de la compañía. Santiago Villarreal García se acercó, según las primeras pesquisas, sobre las siete de la tarde a la nave al ver movimiento y que estaban trabajando. Al entrar en su interior, halló a los ladrones, cuyo número exacto se desconoce. Éstos la emprendieron a golpes hasta que acabaron con su vida. Las primeras informaciones afirmaban que el industrial había muerto tras recibir varios disparos realizados con un arma de fuego.Los ladrones, siempre según las primeras investigaciones, continuaron con su robo. Cuando terminaron de sustraer todo el material almacenado, rociaron todo el local con gasóleo para intentar quemarlo y borrar así las huellas y pruebas que les pudieran incriminar. Realizaron la misma operación con el camión de Egarsa que estaba aparcado delante de la nave. El vehículo resultó dañado en un lateral del remolque. Las llamas, sin embargo, no afectaron al motor ni a la cabina. Y en la nave el incendio se limitó a dos puertas.
Olor a quemado
La dueña de una nave industrial situada a unos 200 metros del lugar de los hechos comentó que el sábado vio movimiento en Egarsa y a gente que había entrado en la cabina del camión. Más tarde, olió a goma quemada, pero le restó importancia porque estaban de reforma en su local y lo achacó a la instalación eléctrica que estaban cambiando.Este olor se hizo más intenso cuando salió a la calle. En ningún momento lo relacionó con el suceso que se produjo seis naves más arriba.
Los ladrones huyeron sin dejar pistas. En el interior sólo lograron quemar algunas maderas. Los dueños de la nave fueron avisados sobre las diez de la noche. Durante la noche estuvieron prestando declaración en la comisaría de policía. A mediodía de ayer no habían evaluado todavía la cuantía exacta de todo lo sustraído.
El cuerpo de Santiago Villarreal García fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde ayer se le practicó la autopsia. Los resultados se desconocen porque el Juzgado de Instrucción número 7 de Fuenlabrada, encargado del caso, decretó el secreto del sumario.
Un hombre extrovertido
Los dueños de la nave y los industriales del polígono El Álamo se acogieron a esta medida para guardar silencio. Hoy está previsto que el cadáver de Santiago Villarreal salga del Instituto Anatómico Forense y que se entierre en las próximas horas.Industriales vecinos de Egarsa describieron a Santiago Villarreal García, que vivía en Madrid, como una persona muy simpática y de un trato muy agradable. De mediana estatura, sus allegados le calificaron como "el relaciones públicas de todo el polígono El Álamo", donde, según sus conocidos, era uno de los dueños de una empresa dedicada a la fabricación de tornillos (próxima al lugar donde lo mataron).
Egarsa está instalada en el polígono industrial fuenlabreño de El Álamo desde 1983. Es un almacén filial de la casa matriz del mismo nombre, que se encuentra en el vallisoletano pueblo de Iscar.
Fuentes policiales explicaron que los robos en las zonas industriales de Fuenlabrada son frecuentes, aunque nunca hasta la fecha se habían producido muertos.
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