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MEDIO AMBIENTEINVESTIGADA UNA EMPRESA DE MÁRMOLES

La fiscalía abre un expediente por vertidos al marjal de Tavernes

El fiscal de medio ambiente Joaquín Baños ha abierto un expediente por los vertidos de lodos de mármol que una empresa de Gandia, Mármoles Compac, SA, realiza desde hace una década en una finca rústica del municipio de Tavernes de la Valldigna, enclavada en el marjal de La Safor. Al parecer, tras verter miles de toneladas del polvo marmóreo, varias lagunas existentes en la finca están casi cubiertas, con la consiguiente contaminación del suelo y el agua y los daños a la flora y la fauna del humedal.

El marjal de La Safor es uno de los 32 humedales incluidos en el Catálogo de Zonas Húmedas presentado por la Consejería de Medio Ambiente pero que el Consell todavía no ha aprobado. Su inclusión en el listado de humedales a proteger y su misma esencia de marjal, protegida intrínsecamente por la ley de Aguas estatal o la ley regional de Espacios Naturales Protegidos, según muchos políticos y los ecologistas, no han servido para salvar a La Safor de las agresiones. Este mismo verano otro fiscal de medio ambiente, Carlos Almela, denunció ante una juez de Gandia el aterramiento de las lagunas del marjal con miles de camiones de escombros para transformar las zonas inundables en cultivos agrícolas. La querella, admitida a trámite, acusa al alcalde de Xeresa, Ciprià Fluixà, de un supuesto delito de prevaricación y otro contra el medio ambiente por consentir y autorizar la destrucción del enclave natural. A raíz de esta denuncia, a finales de agosto saltó a la luz pública que también se destruía el marjal en la vecina Tavernes. En este caso, el residuo blanquecino originada en la producción de mármol se vierte sin licencia desde hace años. El alcalde, Eugenio Pérez Mifsud, del PP, argumentó que esta actividad no necesitaba licencia porque no consideraba que fuera un vertido sino una transformación agrícola. Al parecer, su tesis es que esa transformación se ampara en un viejo decreto del Gobierno. Este decreto, de 1984, ampliaba la necesidad de desecar el marjal de Tavernes (actividad impulsada por el Gobierno desde 1964) a un sector denominado 18, es decir, al resto del humedal que aún estaba intacto (precisamente la parte del municipio que Medio Ambiente ha incluido en el marjal de La Safor). Bajo este prisma, todos los aterramientos estarían permitidos en aras de eliminar la condición húmeda de los terrenos. Sin embargo, los defensores del marjal esgrimen que la ley de Aguas, de 1985 y por lo tanto posterior al decreto (norma que además es de menor rango), prohíbe cualquier transformación de estos espacios. Tras estas noticias, Medio Ambiente exigió por escrito al Ayuntamiento de Tavernes las licencias que haya podido dar y ha concedido un plazo para que la empresa acredite la legalidad de los vertidos. Entretanto, el fiscal Baños ha actuado de oficio y ha abierto diligencias de investigación para estudiar actuaciones ante la posible comisión de un delito contra el medio ambiente.

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