Interior asegura que los actos de violencia callejera se han reducido a la mitad en los últimos tres años

Los actos de violencia callejera de los radicales proetarras se han reducido a la mitad en los últimos tres años, según los datos que maneja la consejería de Interior. El departamento de Juan María Atutxa atribuye este descenso a tres factores combinados: la presión policial, las labores de prevención y el ingreso en prisión de los detenidos. A juicio de los responsables de la Ertzaintza, el presente año puede cerrarse con una disminución respecto a hace dos años de un 80% en los actos de vandalismo y de un 55% en el número total de ataques radicales.

Interior prevé también que los incidentes protagonizados por sectores afines al autodenominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco experimentarán este año un descenso significativo, de acuerdo con los datos registrados en los primeros siete meses de 1998, lo que confirmaría la tendencia a la baja de los últimos años. Hasta la fecha, la Ertzaintza ha contabilizado 25 actos violentos con lo que confía en que la reducción se sitúe en un 78% respecto a 1997, un índice que ya el año pasado descendió hasta un 40% en comparación al anterior, según un informe recogido en el último número de la revista Ertzaintza gaur, que edita la consejería. A juicio de Interior, las detenciones de supuestos responsables de las acciones de sabotaje, su posterior ingreso en prisión así como la labor preventiva ejercida por la policía vasca para dificultar los movimientos de los sospechosos "han influido decisivamente en el descenso continuado de los actos de violencia callejera en el País Vasco desde 1996". El informe concreta que en 1996 se contabilizaron 179 casos de algaradas callejeras, cifra que descendió hasta 107 el pasado año, mientras que durante los siete primeros meses se han registrado 25. Vizcaya es el territorio donde más han descendido los incidentes, pasando de los 75 casos de 1996 a los 35 de 1997 (un 53% menos) hasta los seis episodios de 1998. En Guipúzcoa, frente a las 87 algaradas de hace dos años, el pasado año se cerró con 59 casos (un descenso del 32%), mientras que hasta el pasado mes de julio se han contabilizado 19 casos. En Álava, hace dos años se registraron 17 episodios de algaradas, mientras que el pasado año fueron 13. Esta provincia no ha conocido durante el periodo de 1998 analizado ningún acto de violencia callejera. La Ertzaintza concluye que las agresiones y destrozos cometidos por grupos organizados sobre diferentes objetivos también experimentan esta misma tendencia a la baja. A este respecto, si en 1996 la policía autonómica contabilizó un total de 1.134 acciones violentas, un año después el balance se situaba en 953. Las 362 agresiones que se han contabilizado hasta julio pasado llevan a pensar que 1998 puede cerrarse con una disminución del 46% respecto al pasado año y del 55% en comparación con los ataques cometidos a lo largo de 1996. En Álava, las agresiones han pasado de las 139 de 1996 a las 57 del pasado año y las 29 registradas durante este ejercicio. En Guipúzcoa, hace dos años se sumaron 560 actos de este tipo, 522 el pasado, mientras que en el presente se llevan contabilizados 138. En Vizcaya se ha descendido de los 435 ataques violentos de 1996 a los 374 del pasado año, mientras que en el presente se han computado 195 en los siete primeros meses. Cerca de 300 imputados La publicación mensual de Interior pone el acento en la necesidad de seguir trabajando tanto en las tareas preventivas, para lo que se considera necesario contar con un adecuado sistema de información, como en la represión "eficiente y eficaz del delito". A este respecto, se valora que buena parte de los detenidos por su presunta implicación en actos de violencia hayan ingresado en prisión o hayan quedado en libertad bajo fianza. "Actuar de forma contraria, bien por presiones externas o buscando titulares espectaculares, con detenciones masivas, pero sin pruebas que demuestran su responsabilidad en los hechos imputados, tiene consecuencias negativas no sólo para la represión efectiva del delito, sino que mina la moral de los agentes", señala Interior. El departamento dirigido por Juan María Atutxa cifra en más de 50 los grupos Y que se han puesto en manos de la justicia en los últimos años, lo que ha permitido imputar a cerca de 300 personas por colaboración con banda armada.