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El reglamento sobre la prostitución en Bilbao obligará a cerrar la mitad de los clubes

Los vecinos de la zona alta de la calle General Concha de Bilbao se han salido con la suya: los locales de prostitución de la ciudad deberán estar separados al menos 200 metros unos de otros. Los vecinos, agrupados en la asociación Bilbao 12, llegaron ayer a un acuerdo con el Ayuntamiento, que inicialmente planteaba una separación mínima de 100 metros. El reglamento municipal, el primero de España que va a regular la prostitución, se aprobará previsiblemente en enero y su cumplimiento supondrá la desaparición de la mitad de los actuales clubes de alterne para el verano de 2001.

El acuerdo marcó la reunión de ayer entre representantes de los vecinos y de la corporación bilbaína. Los dos escollos que más quebraderos de cabeza han causado a vecinos y técnicos municipales desde que en marzo pasado se iniciaron los contactos para elaborar elaborar el reglamento -distancia entre clubes y plazo para adaptarse a la nueva normativa- quedaron salvados.Los puntos que pormenorizan las condiciones de higiene y control de los clubes fueron acordados sin dificultad. El primer borrador de la ordenanza local recogía que la distancia mínima entre los locales de alterne debería ser de 100 metros. Al tiempo, proponía un período de cinco años para que los propietarios de los establecimientos regularizaran su situación, una vez solicitado el permiso. Los vecinos, sin embargo, no estaban dispuestos a aceptar ninguna de ambas propuestas. "Hemos sufrido muchos problemas para aceptar esas condiciones, que supondrían que siguiéramos esperando. En nuestra opinión, no hay duda de que la distancia no debe superar los 200 metros porque, de lo contrario, no se resolvería nada y las calles seguirían estando invadidas por ese tipo de locales. Con respecto al tiempo, está fuera de discusión que cinco años son demasiados para legalizar una situación que lleva mucho tiempo en esas condiciones de irregularidad", explicaba ayer un portavoz vecinal. Demanda social Sus aspiraciones han sido escuchadas y se incorporarán al texto definitivo, según informó a este periódico el concejal de Urbanismo, el socialista Dimas Sanñudo. "Creemos que los vecinos han visto satisfechas sus exigencias. Desde luego, hemos demostrado sensibilidad hacia una demanda que los vecinos venían exigiendo hace tiempo y que sabíamos que había que solucionar. Pero, además, con el texto que hemos consensuado damos respuesta a una demanda creciente en la sociedad: evitar que las zonas donde se ejerce la prostitución se conviertan en guetos de conflictividad social", argumenta Sañudo. Así, el texto definitivo que trate el pleno municipal del próximo 29 de octubre recogerá que "los establecimientos sin licencia [actualmente todos] que se dediquen a la prostitucion podrán disponer de autorización para continuar con la actividad durante un plazo no superior de 30 meses siempre que lo solicite en el plazo máximo de tres meses desde la entrada en vigor de la ordenanza", incide Sañudo, que ha participado en las conversaciones con los vecinos. Al ser en la actualidad la distancia entre establecimientos de algo más de cien metros, el acatamiento de la normativa municipal supondrá el cierre de casi la mitad de esos clubes. Incluso cumpliendo los requisitos, no habrá sitio físico para todos. En ingualdad de condiciones, la concesión de permisos se otorgará por orden de recepción de solicitudes. De momento, si los acontecimientos transcurren como se prevé, el pleno del 29 dará su conformidad al reglamento. Entonces, se abrirá un plazo de varios meses en los que se podrán presentar alegaciones. Finalmente, la aprobación definintiva y su consiguiente entrada en vigor llegará en enero o febrero de 1999. A partir de ese momento, comenzará la cuenta atrás para todos los locales de alterne de Bilbao, no sólo los ubicados en General Concha.

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