El Rey exalta el autogobierno de Sicilia "en el marco constitucional de Italia"

La polémica desatada entre los nacionalistas vascos e IU por las palabras que el Rey pronunció el martes pasado en Roma puede cobrar hoy algún nuevo aliento. Ayer, en Palermo, la capital de Sicilia, y en el último tramo de la visita oficial de los Reyes a Italia, don Juan Carlos, ante el alcalde de la ciudad, Leoluca Orlando, exaltó las "instituciones de autogobierno" de la isla "en el marco constitucional de Italia". El Rey, reconocido en Italia como garante de la unidad española, se limitó a señalar el martes ante la Cámara de Diputados en Roma la amplitud de los derechos y las libertades que acoge la Constitución española.

Tanto el alcalde de Roma, Francesco Rutelli, como el presidente de la Cámara de Diputados, Nicola Mancino, calificaron el pasado martes a don Juan Carlos de símbolo y garante de la unidad española. Ayer, en Palermo, volvió a ocurrir algo parecido. El regidor, Leoluca Orlando -miembro de La Rete (La Red), un movimiento dentro de la coalición de izquierdas El Olivo- al leer el decreto de su nombramiento como ciudadano honorario de la capital siciliana, aseguró que el Rey ha sabido conjugar "el respeto de la integridad nacional y la valoración del pluralismo".Orlando retomaba así la idea que los políticos italianos han formulado ante don Juan Carlos al trazar algunos rasgos que definen su actuación como jefe del Estado de España.

Más tarde, en la comida que el alcalde siciliano le ofreció, el Rey destacó que "en Sicilia se halla la más antigua forma parlamentaria desde la Edad Media" y subrayó que esta isla "ha sabido valorar la importancia de sus instituciones de autogobierno en el marco constitucional de Italia, precisamente en este año en el que se cumple el 50º aniversario del Estatuto de Autonomía".

También en Palermo, don Juan Carlos retomó el hilo de sus primeros discursos en Roma para señalar la importancia de la unidad de posiciones italo-españolas en defensa de los intereses mutuos dentro de la Unión Europea.

El Rey recordó que se ha puesto en marcha "ese gran proyecto" que se ha llamado "partenariado euromediterráneo" y que ese movimiento dio sus primeros pasos "en una conferencia celebrada en Barcelona" que, casi tres años después, hace escasos meses, ha recibido "un impulso vital" en un nuevo encuentro desarrollado en Palermo. Para el Rey, y ante la próxima reunión, que se celebrará en Stuttgart, se trata de "la confirmación de que toda Europa actúa al unísono en la importante labor de vincular establemente a las naciones de las dos orillas del Mediterráneo", lo que, en su opinión, constituye "un hito" que pueden "reivindicar con orgullo", dijo, "españoles e italianos". Don Juan Carlos y doña Sofía encontraron en Palermo el recibimiento popular más caluroso de su segundo viaje oficial a Italia. Miles de personas se alinearon a lo largo del recorrido de la comitiva y el alcalde, que había manifestado hace días su deseo de que la llegada de los Reyes de España constituyese un acontecimiento importante para la ciudad, colocó grandes fotografías suyas en las calles con expresiones de bienvenida.

La sombra de la Mafia

Para un extranjero resulta casi imposible pisar Sicilia sin evocar a la Mafia. Al parecer, también para el alcalde de Palermo, quien, sin citar expresamente a la organización, le aseguró al Rey en el brindis del almuerzo que le ofreció que Palermo, "desde hace algunos años, ya no es tierra de nadie, ni tierra silenciosa por miedo, ni tampoco tierra ofuscada por la vergüenza, sino cada día más ciudad, ciudad locuaz y luminosa".Don Juan Carlos y doña Sofía habían concluido ayer por la mañana su estancia en Nápoles con una visita al imponente Museo Arqueológico de la ciudad, construido precisamente durante el reinado de los Borbones y en el que contemplaron una exposición de frescos y otros restos de Pompeya, en cuya restauración han colaborado intensamente expertos españoles con el patrocinio de Ibercaja.

Las ruinas de Pompeya fueron descubiertas por el zaragozano Roque Joaquín de Alcubierre y sus excavaciones se iniciaron, hace 250 años, con el patrocinio de Carlos III.