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UNIVERSIDADZAPLANA INVITA A DEJAR DE LADO MIEDOS Y RECELOS

Ruiz advierte de que las universidades valencianas necesitan conocer ya el nuevo marco financiero

El papel que la universidad desempeñará en el siglo XXI sirvió ayer de eje para que el rector de la Universidad de Valencia, Pedro Ruiz, inaugurara el curso con una "reflexión crítica" sobre la situación actual. Fiel a ese espíritu, su discurso gravitó sobre los dos talones de Aquiles que aquejan al sistema universitario español y, en concreto, al valenciano. A "la ausencia injustificada de una iniciativa política del Gobierno", el rector añadió el problema financiero endémico de las universidades valencianas, cuyos ingresos -recordó- "están por debajo de la media española". Ruiz pidió al presidente Eduardo Zaplana definiciones al respecto: "No hay ninguna razón para esperar más. Las universidades necesitan saber el marco financiero que tendrán".

"El hecho de que entremos en un año electoral debería de propiciar el interés de los partidos políticos por los problemas específicos de las universidades valencianas y estimular el debate público con los diferentes agentes sociales", propuso el rector Ruiz a sus homólogos, los rectores de las otras tres universidades [con la notable ausencia de Justo Nieto, de la Politécnica]; aunque los destinatarios principales fueran, en primer término, el presidente Zaplana, -quien de forma inusual había anunciado su participación en la ceremonia a última hora- y el consejero de Educación, Francisco Camps, ambos sentados a su derecha. Y, en segundo término, los dirigentes de todos los partidos políticos de oposición, parlamentarios y representantes sindicales presentes, ayer, en la Facultad de Medicina. Pese a reconocer que "en los últimos años se ha producido una evolución al alza de los ingresos de las universidades públicas valencianas", Ruiz apostó por desterrar "la autocomplacencia" y "el triunfalismo" porque -precisó- "según las últimas cifras fiables de que disponemos, nuestra Comunidad continúa por debajo de la media española en ingresos y gasto corriente". En consecuencia, el rector -fiel al espíritu reivindicativo adoptado en el seno de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas- emprendió el camino de la exigencia: "Es urgente disponer de un escenario económico seguro y fiable, contenido en los próximos presupuestos". Y recordó entonces la promesa incumplida del Consell de ampliar el plan de inversiones en infraestructuras y de incrementar el gasto ordinario. Petición, esta última, adoptada la semana pasada en un gesto inédito por los cinco rectores valencianos, para que la Generalitat duplique la actual financiación ordinaria y la sitúe en los 70.000 millones. El talante crítico de Ruiz, tanto en lo estrictamente universitario como en su mención a la composición de la Academia Valenciana de la Lengua que deberá plasmar el acuerdo del pacto lingüístico en una normativa ortográfica, dejó entrever, sin embargo, que las relaciones con el Consell siempre serán institucionales y nunca de enfrentamiento.El discurso de Zaplana se ciñó al guión dictado desde Madrid de moderación y giro al centro. En esa tónica, se comprometió a "mejorar el marco financiero". "No tengan dudas", dijo en clave de consenso, al invitar "a dejar ciertas discusiones en el ámbito que les correspondan y atender sin recelos un proyecto global que afecta a 130.000 estudiantes valencianos".

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