CDN amenaza a UPN con romper la negociaciones si sigue atacándole

El pacto de legislatura que el Gobierno de Navarra viene negociando con Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN) está en peligro. La causa: las últimas acusaciones vertidas por el presidente de UPN-PP y del Ejecutivo foral, Miguel Sanz, y por el portavoz del Gabinete, Santiago Cervera, hacia la formación que preside Juan Cruz Alli, a la que han calificado reiteradamente de "nacionalista" y "sucursal del PNV" en Navarra. CDN presentó ayer ante el Gobierno una protesta formal, en la que exige una rectificación pública del presidente Sanz y advierte que, de no hacerlo "clara y contundentemente" les obligaría a romper las actuales negociaciones con UPN. Los convergentes navarros reiteraron ayer que defienden la identidad de Navarra como comunidad propia y diferenciada y recordaron que "sólo los navarros pueden decidir el futuro de Navarra". Para Víctor Maeztu, secretario general de CDN, frases como las pronunciadas por Cervera en el sentido de que "Alli nos lleva a Euskadi" forman parte de los "tópicos falsos más utilizados por los navarristas". El escollo de las palabras de Sanz y Cervera, consideradas como "falsas" e "insidiosas" por CDN, amenazan con convertir en papel mojado el acercamiento ya alcanzado entre ambos partidos en uno de los asuntos claves de la región: el IRPF de 1999. El consejero de Economía, José María Aracama, acaba de anunciar que UPN renuncia a dos de sus más importantes aspiraciones en la modificación del impuesto: elevará el tope máximo del 40%, propuesto en su inicial reforma fiscal, al 45% y mantendrá la actual desgravación de los intereses por la compra de la primera vivienda, que deseaba suprimir.