La CDU se enfrenta a un difícil debate sobre el futuro sin Kohl

La dirección de la Unión Demócrata-Cristiana (CDU) se planteó ayer su futuro sin Helmut Kohl, pero no decidió todavía quién será el encargado de gestionar su herencia y si hay que proceder a la renovación que piden las nuevas generaciones. Con Kohl a la cabeza, la treintena de personas que forman la directiva de la CDU decidieron adelantar al 7 de noviembre el congreso ordinario del partido que debería haberse celebrado a finales de ese mes.

En ese congreso, Kohl presentará oficialmente la dimisión que ya anunció en la noche electoral y que reiteró ayer. En una conferencia de prensa, el político subrayó la voluntad de su partido de pasar claramente a la oposición y la necesidad de que la CDU se ponga "en forma" para abordar las elecciones regionales y europeas que tiene por delante.Kohl aseguró que no aspira a ningún "alto puesto" en la Comisión Europea. "Que no cuenten conmigo para eso". Un cargo en Bruselas está "más allá de lo que puedo imaginar".

El canciller anunció que en el próximo Parlamento será un "diputado totalmente normal", que luchará por el euro y por los asuntos que le motivan. "Seguiré siendo el mismo. No pienso escribir memorias; se lo dejo a otros. Estaré a disposición de los que quiera pedirme consejo con el encanto irresistible que han tenido ocasión de conocer durante todos estos años", dijo Kohl, demostrando que la derrota no le ha estropeado el sentido del humor. El futuro canciller, Gerhard Schröder, elogió ayer la "dignidad" con la que Kohl ha sacado consecuencias de la derrota.

Mientras el partido da muestras de cierta desmoralización, dos políticos han mostrado vocación de heredarle. Se trata de Wolfgang Schäuble, el jefe del grupo parlamentario CDU-CSU, y de Volker Rühe, el ministro de Defensa. Ambos poseen amplia experiencia en el partido y ambos tienen 56 años, una edad que les permite servir de puente con las generaciones más jóvenes y afrontar el cambio.

Todo indica que Schäuble, quien está paralizado en una silla de ruedas desde el atentado que sufrió en 1990, es el que tiene más posibilidades de sustituir a Kohl al frente del partido. Se debatían también otras posibilidades, tales como una presidencia compartida entre Schäuble y Rühe o una división de funciones, que Schäuble asumiera la presidencia, y Rühe el grupo.

La dirección de la CDU no quiso lanzar propuestas por respeto a las organizaciones regionales. Presentará sus candidaturas la semana próxima.

"No me evadiré de mis responsabilidades", manifestó Schäuble, que se reunió durante media hora con su rival Rühe. A la salida, Schäuble manifestó que ambos tomarían las decisiones conjuntamente. Rühe asintió: "Estamos de acuerdo. Se trata de encontrar la solución correcta conjuntamente".